La catástrofe del tren de Ohio y las teorías conspiratorias
Un tren que transportaba materiales peligrosos se descarriló en febrero generando enorme preocupación por las consecuencias de la salud y las medioambientales. Solo en 2022 hubo 1.574 accidentes de tren en Estados Unidos, incluidos 1.049 descarrilamientos
Residentes y trabajadores ferroviarios manifiestan problemas de salud como dolores de garganta, picor de ojos o sarpullidos en la piel
Entre otras teorías y denuncias, acusan a Biden del accidente por una cuestión racial contra los blancos pobres
El descarrilamiento de un tren que transportaba sustancias peligrosas en Ohio, además de haberse convertido en un foco de preocupación por las consecuencias de salud y medioambientales, ha desatado polémica, publicación de noticias falsas, demandas e incluso teorías conspirativas que acusan a Biden del accidente por una cuestión racial contra los blancos pobres. Los hechos ocurrieron el pasado 3 de febrero cuando el tren descarriló en la ciudad de East Palestine, de unos 4.700 habitantes, a cerca de 80 kilómetros de Pittsburg. En torno a las 9 de la noche hora local, 38 de los 150 vagones se salieron de las vías en su ruta de Madison (Illinois) a Conway (Pensilvania).
El incidente provocó un incendio que cubrió el pueblo de humo liberando sustancias químicas tóxicas a la atmósfera. No registró heridos ni muertos, pero muchos tienen miedo en cuanto al agua potable y el aire envenenado y se preguntan hasta qué punto la zona es segura.
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Químicos cancerígenos
Según la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por sus siglas en inglés), el tren transportaba materiales peligrosos como cloruro de vinilo, éter monobutílico de etilenglicol, acrilato de etilhexilo, isobutileno y acrilato de butilo. Para reducir el riesgo de explosión, se llevó a cabo una emisión controlada de gases tóxicos con el fin de neutralizar la carga en llamas dentro de algunos de los vagones del tren.
El mayor temor en ese sentido recae sobre el cloruro de vinilo, un gas incoloro que se utiliza en una diversidad de productos plásticos y materiales de embalaje. Cuando se quema puede crear fosgeno, una sustancia altamente tóxica utilizada como arma química en la Primera Guerra Mundial. Cinco de los camiones cisterna del tren transportaban cloruro de vinilo líquido, considerado también un material carcinógeno relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer de hígado.
Pronto se ordenó la evacuación de los residentes a ambos lados de la frontera entre Ohio y Pensilvania. Los colegios permanecieron cerrados durante toda la semana, al igual que algunas carreteras. Cinco días después de la catástrofe, la oficina del gobernador anunció que se permitía a los residentes regresar a sus hogares una vez que las muestras de calidad del aire midieran los contaminantes por debajo de los niveles preocupantes.
Consecuencias inmediatas
Residentes y trabajadores ferroviarios han manifestado su preocupación por los síntomas que algunos estaban experimentando como dolores de garganta, picor de ojos o sarpullidos en la piel, además de percibir un fuerte olor a químico en la zona. La EPA también declaró que los fuertes olores podrían seguir persistiendo por un tiempo.
Por su parte, la empresa ferroviaria a la que pertenece el tren descarrilado, Norfolk Southern, aseguró en un comunicado que sus propios expertos y contratistas estaban analizando el agua de pozos privados e igualmente coincidieron en los bajos niveles dañinos de contaminantes, aunque se recomendó a los propietarios a utilizar agua embotellada.
Además, el Departamento de Agricultura de Ohio ha asegurado que "no han recibido ningún aviso oficial sobre el bienestar de los animales en relación con el indicente", subrayando que “el suministro de alimentos de Ohio es seguro” y que “el riesgo para el ganado sigue siendo bajo”. Sin embargo, aunque confía en que los agricultores puedan producir cosechas normalmente esta temporada, ya se están produciendo otro tipo de efectos como la cancelación de pedidos y otros acuerdos cárnicos de clientes de granjas afincadas en la zona, por temor, prudencia y garantía para con otros proveedores.
El área afectada tiene múltiples granjas de pollos y ganaderas, y sus propietarios han manifestado desconfianza a perder a sus animales y a que sus productos se vuelvan tóxicos
Sí se ha estimado que el derrame mató a 3500 peces, la mayoría de los cuales parecen ser pequeños retoños y pececillos de 12 especies diferentes. En las redes sociales han proliferado los vídeos de estos peces muertos en las aguas de los ríos. Los usuarios también han divulgado problemas de salud de sus mascotas.
Norfolk Southern, por su parte, informó de la creación de un fondo de un millón de dólares para ayudar a la población mientras prosiguen los trabajos de rehabilitación, que incluyen la eliminación de los contaminantes vertidos en el suelo y los arroyos y el control de la calidad del aire. También ampliará el número de residentes a los que se puede reembolsar los gastos de evacuación, abarcando todo el pueblo y sus alrededores.
La causa en investigación
Se sospecha que la causa del descarrilamiento fue un problema mecánico en el eje de un vagón, y la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB) ha informado de que dispone de un vídeo que parece mostrar el sobrecalentamiento de un cojinete de rueda justo antes del accidente.
El tren circulaba a unas 47 millas por hora (unos 76 kilómetros por hora) antes del descarrilamiento, por debajo de la velocidad máxima autorizada de 50 millas por hora (unos 80 kilómetros por hora), según refleja la investigación llevada a cabo por las autoridades.
Fake news y teorías conspirativas
La información y la desinformación han llegado por vías diferentes y en distintos sentidos. Se ha llegado a decir que un periodista fue detenido por “contar la verdad” del suceso cuando la razón de su arresto se dio por cargos de alteración y orden público y allanamiento tras negarse a bajar la voz durante su retransmisión en directo durante la comparecencia del gobernador para informar sobre el siniestro ferroviario.
El descarrilamiento de este tren se ha convertido también en una disputa política. Si bien el gobierno de Barack Obama trató de mejorar la seguridad ferroviaria y exigió frenos más potentes en los trenes de alto riesgo, después el gobierno de Donald Trump revirtió estas regulaciones. En cualquier caso, es probable que esas regulaciones no evitaran la catástrofe al ser demasiado limitadas como para haber cubierto ese tren específico, pero los acontecimientos en East Palestine acompasan el argumento progresista a favor de una regulación más severa de la industria.
No hay evidencia de que el incidente ferroviario haya sido un acto deliberado y planificado por el gobierno demócrata, ni por Norfolk Southern, ni por ningún otro agente sospechoso, pero una publicación sobre el descarrilamiento en el foro de extrema derecha 4chan -el lugar de nacimiento de la teoría de la conspiración de QAnon- incide en que “el desastre ambiental fue causado intencionalmente por el gobierno federal".
Algunos culpan al gobierno de Joe Biden por considerar que el mandatario es activamente hostil a las personas blancas. Es el caso del comentarista político de Fox News, Tucker Carlson, quien ha sugerido que el suceso se dio en East Palestine por ser una comunidad blanca rural. Otro presentador del mismo canal, Jesse Watters dijo que el gobierno de Biden está “derramando químicos tóxicos sobre las personas blancas pobres”.
En otro orden y nivel, en las redes sociales también se ha denunciado que el presidente demócrata está utilizando la polémica de los globos espías y los OVNIS chinos para tapar la catástrofe medioambiental de Ohio. Otros consideran que Biden priorizó su visita a Ucrania en vez de acudir al lugar de los hechos, a diferencia de Trump que sí se trasladó las zonas afectadas días después, acusando a Biden de “traición” por la respuesta de la administración demócrata al accidente.
Miles de descarrilamientos cada año en EEUU
Alrededor de 4,5 millones de toneladas de productos químicos tóxicos se envían por ferrocarril cada año en Estados Unidos y un promedio de 12.000 vagones de ferrocarril que transportan materiales peligrosos pasan por ciudades y pueblos cada día, según el Departamento de Transporte.
En 2022 hubo 1.574 accidentes de tren en Estados Unidos, incluidos 1.049 descarrilamientos, según datos de la Oficina de Análisis de Seguridad de la Administración Federal de Ferrocarriles. Los números y datos similares de la Oficina de Estadísticas Laborales muestran un mayor número de accidentes y descarrilamientos en años anteriores.
Aún así, el Departamento de Transporte de Estados Unidos (DoT) aprobó en 2020 una regla para permitir que el gas natural licuado o GNL, se envíe por ferrocarril sin normas de seguridad adicionales. Los trenes ahora pueden transportar 100 o más vagones cisterna llenos con 30.000 galones (140.000 litros) de sustancias peligrosas. A la decisión se opusieron los líderes locales, los sindicatos, los departamentos de bomberos y la Junta Nacional de Seguridad de Transporte (NTSB por sus siglas en inglés).
Cabe señalar que, las compañías ferroviarias despidieron a más de 20.000 trabajadores ferroviarios durante un año en 2018-2019, siendo estos los despidos ferroviarios más grandes desde la Gran Recesión. La fuerza ferroviaria del país ha caído por debajo de 200.000, el nivel más bajo de la historia, y por debajo de 1 millón en su pico. “Han recortado muchísimo la fuerza laboral y hay grandes planes para reducirla aún más”, ha dicho Ron Kaminkow, ingeniero de locomotoras de Amtrak y ex ingeniero de carga de Norfolk Southern. “El hecho de que las empresas ferroviarias sean rentables no significa que sean saludables”, concluye.
Demandas contra la compañía ferroviaria
Las acciones legales en la Corte ya han comenzado a producirse. Por un lado, varios residentes de los pueblos afectados, en la frontera entre Ohio y Pensilvania, han iniciado una demanda federal conjunta contra la compañía ferroviaria, a la que exigen que se comprometa a costear los seguimientos de salud de ambos estados.
Por otro, el estado de Ohio está demandando al gigante ferroviario Norfolk Southern, calificando la catástrofe en Ohio como uno de una "larga serie" de descarrilamientos e incidentes con materiales peligrosos que involucran a la empresa.
La demanda civil de 58 cargos, presentada ante un tribunal federal, quiere responsabilizar financieramente a la compañía ferroviaria por el descarrilamiento que causó la liberación de más de 1 millón de galones de productos químicos (cerca de 3.800.000 litros) al considerarlo "peligroso e imprudente" para los residentes de East Palestine y el medio ambiente natural del estado, producto de la negligencia e imprudencia de la empresa.
La limpieza de la zona del descarrilamiento del tren durarán alrededor de 3 meses, según ha manifestado un representante de la EPA. Hasta el jueves se han retirado cerca de 2,1 millones de galones (casi 8.000.000 litros) de aguas residuales y 1.400 toneladas de desechos sólidos.