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La actriz porno Stormy Daniels vuelve a ser centro de atención y esta vez ha logrado que imputen a Donald Trump. El presidente podría verse esposado o con ficha y huella policial. Un deshonor para su ego y un riesgo para sus ideas de volver a ser candidato a presidente de EEUU. Por eso, el presidente anima a sus seguidores a salir a las calles -de nuevo, como ya lo hizo para que acudieran al Capitolio tras perder las elecciones-. Y sus seguidores ya han tomado nota. Veremos si no se vuelven a ver vergonzantes de la democracia más admirada del mundo.
En línea con sus tradicionales teorías infundadas de la conspiración, el expresidente asegura que la Fiscalía del distrito de Manhattan que lleva la investigación en su contra está financiada por el inversor húngaro George Soros, objeto habitual de críticas de movimientos ultranacionalistas como los defendidos por Trump durante su mandato.
La Fiscalía había ofrecido a Trump la posibilidad de declarar en este caso de presunto soborno y en el que su abogado, Michael Cohen, fue parte instrumental al entregar a Clifford unos 130.000 dólares para callarse que mantuvo supuestas relaciones con el magnate hace casi 20 años; una gestión realizada de manera irregular al quedar escondida en las cuentas de la Trump Organization, la compañía de Trump, durante la campaña electoral de 2016.
Pero lo que todo el mundo se pregunta ahora es quién es Stormy Daniels. El 'caso Stormy' salió a la luz en 2018, dos años después de que se produjera el supuesto soborno para comprar el silencio de la actriz de cine para adultos. En aquel momento, los portavoces de Trump negaron que el exmandatario hubiera tenido una aventura con Daniels y le acusaron de mentir. Finalmente se supo que el exabogado de Trump, Michael Cohen, pagó a Daniels 130.000 dólares durante la campaña electoral a la Casa Blanca para mantener aquella aventura en secreto. Supuestamente, su romance tuvo lugar en 2006, poco después de que Donald Trump se casara con Melania.
En 2018, Stormy no dudó en aprovechar su tirón mediático y publicó unas memorias en las que contaba detalles íntimos de Donald Trump. "Su pene es más pequeño que la media" sin llegar a ser "anormalmente pequeño. Él sabe que tiene un pene inusual. Tiene una enorme cabeza de seta", escribió en Full Disclosure (Toda la revelación). Además, desveló que las supuestas relaciones sexuales con el marido de Melania fueron "las menos impresionantes", las peores que había tenido.
Stephanie Clifford nació y creció en Luisiana. Se ha casado tres veces. Su trayectoria dentro del mundo del cine porno empezó en 2002, cuando hizo su primera película como protagonista y ya con el nombre artístico de Stormy Daniels. Antes había trabajado en el mundo del streptease. En 2009, intentó entrar en la política y convertirse en senadora, pero una disputa doméstica con su marido, el también actor porno, Brendon Miller, acabó con su carrera. No acabó con la de Trump, por ahroa, haber mentido supuestamente sobre su relación.
El pasado miércoles Stormy estuvo reunida con los fiscales de Manhattan para declarar sobre el supuesto pago secreto realizado por Donald Trump en 2016. Se supone que el expresidente de Estados Unidos quiso comprar el silencio de Daniels para que nunca hablara de la relación que habían mantenido años atrás. Los abogados de Donald Trump tienen otra versión de los hechos. Que fue ella quien le chantajeó a él.
El abogado personal de Trump, Michael Cohen, negó inicialmente la existencia de cualquier pago, pero luego admitió haber dado dinero a Daniels personalmente. "El pago a la señora Clifford fue legal, y no fue una contribución de campaña ni un gasto de campaña de nadie", explicó el abogado.
Finalmente el abogado de Trump llegó a un acuerdo con los fiscales para declararse culpable de ocho delitos federales, incluidos cinco cargos de evasión de impuestos, un cargo de fraude bancario, un cargo de hacer una contribución corporativa ilegal y un cargo de hacer una contribución ilegal de financiación de campaña.
El ex abogado de Trump se ha reunido hasta en dos ocasiones esta semana con los fiscales que investigan el pago a Clifford. Si bien Cohen no reveló detalles concretos durante la entrevista, sí se mostró convencido de que existían pruebas de sobra, como mínimo, para imputar al ex presidente por un delito penal; algo sin precedentes en la historia del país. "Puedo prometer al pueblo estadounidense que toda la información que hace falta para declarar la imputación y conseguir una condena ya está en manos de la Fiscalía", ha asegurado Cohen, quien ha restado importancia a cualquier esfuerzo de Trump o sus simpatizantes para desprestigiar su figura. "Los hechos son los hechos. No me preocupa nada de lo que me puedan tirar encima", ha añadido.
Cohen acabó en prisión tras declararse culpable de violar la ley de financiación de campañas, y a dos meses por cometer perjurio en el Congreso, después de asegurar ante el tribunal que había recibido orden de Trump de entregar el dinero y que había encubierto al entonces candidato presidencial por una cuestión de lealtad. Cohen salió de la cárcel en 2021. "Estaba trabajando para un hombre que acabó convirtiéndose en presidente de Estados Unidos e hicimos cosas que eran incorrectas pero jamás me imaginé que la democracia pudiera acabar en peligro por su culpa", ha explicado Cohen en una entrevista este viernes a la cadena estadounidense ABC, tras ser preguntado por su valoración del mandato de Trump, que acabó con un asalto de sus simpatizantes al Capitolio el 6 de enero de 2021.