El asesinato que perturba a Alemania: Luise, de 12 años, muere a manos de dos amigas menores
El asesinato de Luise, una niña de 12 años, acuchillada por dos amigas menores de 14 años con las que iba al colegio, deja en ‘shock’ a las autoridades germanas, que no cuentan con un protocolo de actuación para un caso así.
Quienes miran en Alemania estos días hacia la pequeña población de Freudenberg (oeste alemán) lo hacen horrorizados. Esta población de unos 18.000 habitantes, situada en el populoso Land Renania del Norte-Westfalia, ha sido escenario de uno de los crímenes más inexplicables que se recuerdan en Alemania. La víctima, Luise, una niña de doce años, moría desangrada tras haber sido apuñalada múltiples veces.
Las pesquisas aún continúan pero las explicaciones que han trascendido señalan que las autoras del asesinato son otras dos menores, de trece y doce años. Estas dos niñas ya han reconocido haber sido las autoras del crimen, según ha recogido la prensa.
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Las dos autoras del crimen eran conocidas de la víctima. Eran compañeras de escuela. Iban a la clase 7ºB de la Escuela Esther-Bejarano de Freudenberg. Por lo visto, compartían casi a diario el mismo autobús para ir a la escuela, según al crónica local.
Los hechos que se reprochan a las dos menores estremecen. Apuñalaron a Luise en un bosque cercano a su población después de haber quedado las tres pese a que las ahora supuestas asesinas parece que acosaban a la víctima, según ha recogido el diario Bild, el más leído en el país del canciller Olaf Scholz. Luise falleció tras desangrarse en el bosque.
“El caso Luise agita a Alemania”, ha llegado a titular esta semana el Bild. En ‘schock’ trataban de dar explicaciones los representantes de las autoridades locales después de que fuera encontrado el cuerpo sin vida de la menor, desaparecido el pasado sábado. Al día siguiente, tras una intensa búsqueda, apareció muerta Luise.
“Después de 40 años, sigue habiendo hechos, que le dejan a uno sin palabras”, señalaba el martes el vicepresidente de la Policía de Coblenza, Jürgen Süs. En vista de las edades de las trágicamente responsables de este drama, no han trascendido muchos detalles de la investigación.
“Estamos ante un tema complejo y las razones por las lo que han hecho hay que analizarlas en función de la edad”, según ha explicado Mario Mannweiler, el responsable de la Fiscalía de Coblenza.
La crónica germana, sin embargo, sí ha llegado a explicar cómo terminaron las dos responsables del asesinato reconociendo la autoría del mismo. Por lo visto, el lunes, dieron versiones de los hechos contradictorias. La Policía de Coblenza terminaría por escucharlas confesar los hechos, que pasaron a considerarse desde el lunes un “delito de homicidio”.
Así, según recoge el Bild, el pasado sábado habían quedado Luise y la mayor de las niñas, pese al supuesto acoso que parecer ser marcaba su relación. Posteriormente llegaría la ahora cómplice de doce años. A esta otra niña se la describe como forzada por la de trece en el asesinato. La última vez que se las vio juntas estaban junto a una zona boscosa de la población en la que vivían.
Después de aquello, sólo volvieron a sus casas dos de ellas. La mayor llamó a los padres de Luise para decirles, mintiendo, que su hija había decidido marcharse a su casa antes de lo previsto, a las 17h30 del sábado. Los padres, en cualquier caso, alertaron a la policía de la desaparición tres horas más tarde.
Un crimen “perturbador” con dos menores que no son “penalmente responsables”
Las autoridades han manifestado el carácter “perturbador” del asesinato de Luise. Pero eso no es todo. Las autoridades, en realidad, se enfrentan a un caso para el que no hay protocolos de actuación, según han reconocido desde la Oficina de Bienestar de la Juventud, en Freudenberg y en Colonia.
Un elemento particular del caso es que, al ser autoras del crimen menores de catorce años, no pueden ser consideradas “penalmente responsables”. El derecho penal juvenil interviene en Alemania a partir de os 14 años.
El diario berlinés Der Tagesspiegel recogía en sus páginas las explicaciones de Andreas Zick, experto para zonas de conflicto, en las que daba cuenta de que en Alemania no hay costumbre de ver crímenes así.
Un crimen como los de países en guerra o de Estados Unidos
A su entender, lo ocurrido en Freudenberg es más propio de zonas de guerra o, citando un notorio país occidental, de Estados Unidos, dado que, al otro lado del Océano Atlántico, los menores tienen más posibilidades de protagonizar sucesos mortales con armas de fuego.
En el momento de escribir estas líneas, el arma blanca que sirvió para herir mortalmente a Luise aún no había aparecido. Empezaban a aflorar versiones, sin embargo, que explicaban los motivos por los que se produjo el ataque.
En su edición digital, el semanario Focus, daba cuenta este jueves de que el asesinato se trató de un acto de “venganza”. “Debió de tratarse de un acto de venganza. Por lo visto las tres escolares se habían peleado. La que terminaría siendo la víctima se había reído de una de las otras dos niñas”, de acuerdo con las explicaciones de esa revista.
“Las numerosas heridas de arma blanca encontradas en el cuerpo de la chica por el departamento de medicina forense de la Universidad de Maguncia indican al menos que debió de haber un odio enorme” en el ataque, se lee en Focus.
En la escuela: “Lloramos por Luise”
Independientemente de cómo se produjera el fallecimiento de Luise, las menores responsables de su muerte están ahora bajo la observación de la Oficina de Bienestar de la Juventud. No están con su familia pero tienen contacto con sus familiares. No está previsto que vuelvan a la Escuela Esther-Bejarano.
El centro educativo ha dejado de funcionar con normalidad esta semana. En su página web sólo se puede leer este mensaje de luto:
“Lloramos por Luise. Este fin de semana hemos perdido a nuestra alumna, compañera y amiga. Demasiado pronto, nos fue arrebatada violentamente a nosotros y a su familia. Nuestros pensamientos y deseos están con su familia y amigos ahora y en el futuro inmediato”.