Jeena Panesar, una joven de 19 años, se encontraba circulando con su vehículo rumbo a casa cuando sufrió un terrible accidente de tráfico. Su coche chocó contra un árbol, perdió el control y volcó. Su cabeza impactó directamente contra el techo del vehículo y una pinza para el pelo que llevaba en ese momento le hizo pensar que iba a morir tras quedarse incrustada en su cráneo.
“Es triste decirlo, pero pensé que iba a morir”, afirma hoy, recuperándose de unas heridas que se remontan al 24 de enero, día en que volviendo del trabajo sufrió el accidente.
En esos instantes, la joven circulaba con su coche a una velocidad de entre 80 y 97 kilómetros por hora. Tras perder el control del vehículo y sufrir aquel primer impacto, derrapó 50 metros antes de volcar, aplastando su cabeza contra el techo.
Fue en ese momento en el que sintió un enorme dolor y, como pudo, logró salir de la estructura del vehículo y encontró desesperadamente la ayuda de otro conductor justo antes de desmayarse.
Panesar fue trasladada entonces directamente al hospital, donde intervinieron para extraerle la pinza del pelo de 10 centímetros de largo, que había quedada incrustada en la parte posterior de su cabeza. La herida que sufría, de 30 centímetros, llegaba hasta su ceja izquierda, donde ha perdido su movilidad, según recoge el medio británico The Sun, haciéndose eco de sus declaraciones.
“Fue muy doloroso”, recuerda ahora, explicando que pasó tres días en el hospital Queens Medical Center de Nottingham, antes de poder salir de sus instalaciones. Aquí, los especialistas extrajeron la pinza y limpiaron y cosieron su herida.
Ahora, seis semanas después, en su cabeza predomina una prominente cicatriz, mientras Jeena se ha lanzado a contar su caso para alertar del peligro que puede suponer conducir con una pinza del pelo como la que llevaba en caso de accidente.
Por eso, desde entonces, la joven, que trabaja en un colegio, insta a todo el mundo a decantarse por una goma antes que usar estos objetos: “No sabía que usar una pinza del pelo mientras conducía era un problema hasta que tuve el accidente. Definitivamente, me ha disuadido de usarlas”, expresa.