Se lava la nariz con agua del grifo en Florida y acaba muriendo por la ameba 'comecerebros'
Un hombre del condado de Charlotte, en Florida (EEUU), ha muerto tras infectarse de la llamada ameba 'comecerebros'
Este caso presenta una diferencia del resto: se contagió tras lavarse la nariz con agua del grifo y no tras nadar en agua contaminada
EEUU ha detectado al menos 160 casos confirmados o muy sospechosos de muerte por amebas 'comecerebros' desde 1962
Un hombre del condado de Charlotte, en Florida (EEUU), ha muerto tras infectarse de la llamada ameba 'comecerebros', conocida científicamente como 'Naegleria fowleri'. Las autoridades, durante los últimos años y meses, han detectado este parásito en pantanos, lagos y ríos de Norteamérica, pero este caso en concreto presenta una diferencia: el varón se contagió tras lavarse la nariz con agua del grifo y no tras nadar o zambullirse en un área contaminada.
La muerte se produjo el pasado 20 de febrero, recoge 'Fox News'. Los agentes del condado de Charlotte han asegurado que tanto lavarse como beber agua del grifo es "totalmente seguro". La ameba solo es peligrosa "si entra por vía nasal". No obstante, hay temor en la zona tras el fallecimiento del hombre, así como en los alrededores. Muchos ciudadanos han apostado por cerrar el agua corriente.
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Estados Unidos ha detectado al menos 160 casos confirmados o muy sospechosos de muerte por amebas 'comecerebros' desde 1962, cuando comenzaron los registros. Del total de casos, 40 se han detectado en Texas y 38 en Florida, según datos del Centro de Control de Enfermedades (CDC). El índice de supervivencia es muy bajo tras la infección, la tasa de mortalidad gira entorno al 97%.
El temor de la ameba 'comecerebros' en el agua corriente
La mayoría de casos de amebas 'comecerebros' se relacionan con aguas cálidas estancadas, de temperaturas altas, donde proliferan bacterias. Sin embargo, este nuevo caso aumenta la preocupación, especialmente en Florida, donde en dos años han registrado este caso y otro vinculados al agua del grifo. El otro caso fue el de un menor del mismo condado de Charlotte. El Departamento de Salud está analizando la situación y prevé tomar las "medidas necesarias", han apuntado.
La infección, inicialmente, no presenta síntomas preocupantes: dolor de cabeza, fiebre, náuseas o vómitos. Posteriormente, al verse dañados los nervios olfativos, provoca cambios en el olfato y el gusto. La progresión del contagio es rápida y afecta al sistema nervioso central, por lo que puede haber rigidez en el cuello, confusión, fatiga, pérdida de equilibrio, convulsiones y alucinaciones. Finalmente, se destruye el tejido cerebral y la persona acaba falleciendo. No hay tratamiento o cura.