No es habitual que en una atmósfera bélica haya visos de dulzura, aunque todo puede pasar en Corea del Norte. Varias de las últimas apariciones de su máximo mandatario, Kim Jong Un, se han producido junto a su hija. Las imágenes plasman contrastes similares a los de una rosa en un desierto. No es fruto del delirio ver al dictador hacer carantoñas a su pequeña en un desfile militar donde los norcoreanos sacan músculo nuclear; tampoco es casualidad. Parece apropiado que en plena escalada armamentística su imagen de hostigador - a los ojos de algunos de sus vecinos y de Occidente - quede rebajada con la de padre cariñoso que, mediante su arsenal, sólo pretende defender a su pequeña, a su nación.
El oportunismo es un arma de la propaganda y ahora pica la curiosidad. ¿Ha sacado a su hija al escaparate porque será la sucesora de la dinastía? ¿Cómo se llama? ¿Cuál es su verdadera edad? ¿Tiene hermanos? Como siempre, prima el secretismo hasta que Kim Jong Un decide lo contrario o hasta que se produce alguna fisura en el hermético caparazón norcoreano. La especulación, en este caso, se nutre de ambos factores.
Lo que se sabe es que, en noviembre, la pequeña estuvo inspeccionando junto a su padre el misil balístico intercontinental Hwasong-17, con capacidad nuclear, antes de ser lanzado y que ha formado parte de varios eventos del Ejército. Hasta este mes de febrero se los ha visto juntos hasta en cinco ocasiones, la última durante el desfile militar de celebración del 75 aniversario de las Fuerzas Armadas, en la que se ha considerado como la mayor muestra de poder de la historia del país. Esta semana, su imagen ha quedado estampada en cinco sellos conmemorativos de las pruebas de misiles de noviembre de 2022, el año en el que Corea del Norte lanzó más proyectiles de prueba que nunca antes.
Lo que se intuye -o se ha confirmado por algunas fuentes que no son oficiales norcoreanas- es que se llama Kim Ju Ae, que tiene entre nueve y 11 años de edad, que el dictador ha prohibido que ninguna otra persona lleve el nombre de su hija en el país, y que es probable que tenga un hermano mayor, nacido en 2010, y una hermana pequeña nacida en 2017 -aunque también podría ser varón porque esta información salida de los servicios de inteligencia de Corea del Sur no especifica el sexo con seguridad-. Son conjeturas que generan aún más especulaciones. De tener un hermano mayor, ¿por qué es ella la elegida para ser mostrada a la opinión pública y para que sea merecedora de las reverencias de los altos cargos militares? Son muchas las preguntas sin respuesta aunque desde los medios de comunicación estatales la han descrito como “la hija más querida” o “respetada” de Jong Un. Ahora también es el ojito derecho del pueblo norcoreano.
Corea del Sur tiene muy presente a sus vecinos del norte. Esta semana presentó su libro blanco de defensa, donde los tildó como sus “enemigos” debido a que “siguen planteando amenazas militares sin renunciar a sus armas nucleares, a su régimen y a sus militares”, según reza el documento. Además, formará parte junto a Estados Unidos de unas maniobras nucleares en la región que no han gustado a Pyongyang, quienes amenazan con responder con más músculo. También siguen, lo más cerca que pueden, los entresijos de la secreta vida de su máximo enemigo y han concluido que es demasiado prematuro catalogar a Jun Ae como la sucesora de Kim Jong Un.
“Hay opiniones sobre que sus apariciones tienen como objetivo hablar de una transición hereditaria del poder. Pero teniendo en cuenta la edad de Kim Jong Un -39 años- y el hecho de que Corea del Norte tiene una naturaleza mucho más patriarcal que la nuestra, también hay muchas preguntas sobre si el hecho de que Corea del Norte tenga una mujer preparada para heredar el poder ahora es realmente correcto”, afirmó el máximo responsable de los asuntos relativos a Corea del Norte, el ministro de Unificación, Kwon Youngse.
Si las caricias de la pequeña a su padre no pasaron desapercibidas durante el reciente desfile, hubo un hecho reportado al que se le ha prestado menos atención a pesar de su simbolismo. Durante el evento militar que presenciaron desde un balcón en la plaza Kim Il Sung, que lleva el nombre de su bisabuelo, las tropas coreaban: “¡Defendamos el linaje del Paektu con nuestras vidas!”. Se trata de una referencia al monte Paektu, una montaña situada en la frontera con China con gran importancia mitológica para los norcoreanos, ya que se piensa que es donde nació hace más de 4.000 años, Dangun, el fundador del primer reino coreano. Además, es el lugar donde nació el padre del actual dictador, Kim Jong Il y sirvió de base militar para su abuelo, Kim Il Sung, fundador de Corea del Norte en 1948. De ahí la importancia de aquellas imágenes de hace unos años en las que el actual dictador aparecía con unos caballos blancos, obsequio de Vladimir Putin.
Defender el linaje del monte Paektu es una manera de continuar “glorificando” a la familia Kim, aunque el actual mandatario ha roto algunos de los moldes establecidos. Uno de ellos es que si su abuelo -quien gobernó durante 47 años- no dio a conocer a su padre hasta que superó la veintena, Kim Jong Il -al frente del país durante 17 años- presentó en sociedad a Kim Jong Un -al cargo desde 2011- como el sucesor cuando éste tenía 26 años de edad. Es extraño que haya introducido a su hija tan pronto si la razón es la nombrarla como la heredera. Eso sí sería un golpe a la sociedad patriarcal norcoreana.
Sin embargo, aunque desde su fundación Corea del Norte sólo ha tenido mandatarios varones, la hermana del actual dictador, Kim Yo Jong, ha sido la llamada en alguna ocasión para sucederle por la la corta edad de sus hijos. Directora adjunta del Departamento de Publicidad e Información, algunos analistas interpretan la aparición de Jun Ae como una amenaza a su tía.
“Kim hizo asesinar tanto a su tío como a su hermanastro”, expresa David Straub, ex alto diplomático de la embajada estadounidense en Seúl. Apunta que el hermanastro mayor de Kim, Kim Jong Nam, fue asesinado con un producto químico VX en Kuala Lumpur, capital de Malasia en 2017 y que la acción fue orquestada por el dictador, al igual que la ejecución hace 10 años de tío político, Jang Song Thaek. “Apuesto a que todos en el clan Kim se acuerdan, quizá especialmente Yo Jong”, agrega.
Lo poco que sabemos de Jung Ae se lo debemos al exjugador de baloncesto estadounidense, Denis Rodman, íntimo amigo de Kim Jong Un y quien, tras una visita a Pyongyang en 2013, reconoció haber tenido en sus brazos a Ju Ae. Fue la primera vez que alguien había contado una interioridad tal. “Es un gran padre y tiene una familia preciosa”, expresó. Aparentemente, según el exagente de la CIA, Andrew Kim, durante un encuentro en Singapur del antiguo secretario de Estado, Mike Pompeo, con Kim Jong Un en 2018, el mandatario norcoreano le hizo una confesión inusual a la hora de abordar el asunto de las armas nucleares. “Soy padre y marido. Y tengo hijos”, esgrimió Kim a Pompeo, según el oficial. “Y no quiero que mis hijos lleven el arma nuclear a la espalda toda su vida”.
Casi un lustro después de esta conversación, su hija ha presenciado con sus propios ojos las ambiciones nucleares de su padre. Sin filtros, sin censura, sin rombos y para todos los públicos.