Con todas las miradas puestas en los dos países, Rusia y China han escenificado su voluntad de estrechar lazos cuando está punto de cumplirse un año de la invasión de Ucrania. El presidente ruso, Vladimir Putin, recibía el miércoles en el Kremlin al máximo diplomático del gigante asiático, Wang Yi, quién le aseguraba que Pekín está dispuesto a profundizar su relación con Moscú. ¿Hasta qué punto? ¿Cruzará el gigante asiático una línea que para Estados Unidos podría tener "graves consecuencias"?
La reunión se producía pocos días después de que Estados Unidos alertase de que China planea enviar armas y municiones a Rusia para destinarlas al conflicto ucraniano. Y un día antes del encuentro, Putin había anunciado la suspensión del tratado de control de armas nucleares Nuevo START (también llamado Start III) que firmó en 2010 con Estados Unidos.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, expresó el pasado fin de semana el temor a que Pekín suministre a Moscú un "apoyo letal". “La preocupación que tenemos ahora es, según la información de que disponemos, que están considerando brindar un apoyo letal”, aseguró a la CBS.
Washington mantiene que las empresas chinas ya le han brindado al Kremlin "respaldo no letal". Si da el siguiente paso, "será un problema grave para nosotros", ha afirmado Blinken. Las autoridades del gigante asiático niegan que vayan a suministrar armamento a Putin.
De momento, Estados Unidos ha impuesto sanciones a una empresa china que habría proporcionado imágenes satelitales al grupo de mercenarios Wagner, que combate junto al ejército ruso en el este de Ucrania. Y cree que Pekín podría estar enviando piezas electrónicas para radares de misiles antiaéreos, según una información del Centro de Estudios Avanzados de Defensa con sede en Estados Unidos, informa la BBC.
Los envíos de China a Rusia de óxido de aluminio, que puede utilizarse en vehículos blindados y otros equipos, se han multiplicado por 25, según el Observatorio de Complejidad Económica. También han aumentado los de minerales y productos químicos usados en equipamiento militar.
El apoyo de Pekín es clave para Moscú, que posee recursos económicos y humanos para prolongar el conflicto, pero carece de capacidad suficiente para lanzar una ofensiva definitiva en Ucrania. Su arsenal militar es limitado, su punto débil; ha perdido mucho equipamiento en el campo de batalla (2.300 carros de combate en Ucrania, según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos de Londres). Y necesita chisps para sus armas más sofisticadas. China es un gran exportador de semiconductores, pero no produce los más avanzados.
Pekín es un socio económico crucial para Moscú. Tras la invasión de Ucrania, los países occidentales impusieron sanciones a Rusia, golpeando las importaciones de petróleo y gas y las exportaciones de productos de alta tecnología. El comercio con Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea se desplomó; pero el comercio con China en 2022 alcanzó niveles récord y se incrementó en un 30% con respecto al anterior.
El máximo diplomático de China, Wang Yi, ha expuesto a Vladimir Putin la iniciativa de Pekín para impulsar la paz en Ucrania, Se espera que ese plan sea difundido por el presidente Xi Jinping este viernes, coincidiendo con el aniversario de la guerra. Un gesto que despierta escepticismo entre los países occidentales, pues no parece probable que Putin replantee su estrategia.
China no ha condenado la invasión de Ucrania, tal y como ha recordado el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, quien ha calificado el plan de Pekín de "bastante vago".
Putin insiste en que, en el actual contexto, "la cooperación entre la República Popular China y la Federación Rusa en el ámbito mundial es particularmente importante para estabilizar la situación internacional”.
Wang, por su parte, ha afirmado que "las relaciones chino-rusas no están dirigidas contra ningún tercer país y que, ciertamente, no pueden estar sujetas a la presión de ningún tercero". Ha puesto el énfasis en que tanto Moscú como Pekín apoyan la “multipolaridad y la democratización de las relaciones internacionales".
Por otro lado, Rusia ha saludado la disposición de China de desempeñar un "papel positivo" en el arreglo del conflicto en Ucrania. Ha agradecido la postura "invariablemente equilibrada" de Pekín, que habría presentado el miércoles al jefe del Kremlin su iniciativa de paz, según aseguró María Zajárova, portavoz de Exteriores, en su rueda de prensa semanal.