A solo tres días del aniversario de la guerra de Ucrania, la premier italiana visita Kiev para reafirmar su apoyo al presidente Zelensky. Lo hace unas horas después del presidente americano, Joe Biden, que en la jornada del lunes apareció por sorpresa en la capital ucraniana. Precisamente Meloni buscaba un encuentro con el líder estadounidense en el contexto de estas visitas, quizás en Polonia, pero, al final, no ha sido posible y su intercambio se ha reducido a una llamada telefónica. Según informan fuentes de Palazzo Chigi, Biden ha llamado a la premier italiana en su llegada a Varsovia, tras la visita a Kiev, y ambos han discutido sobre el apoyo coordinado a Ucrania, incluida la asistencia en materia de seguridad, económica y también humanitaria. Dos misiones internacionales se han cruzado: Meloni ha hecho primero Polonia y luego Ucrania y Biden a la inversa, pero no se ha dado la ocasión de un intercambio en persona.
Desde Kiev, a donde ha llegado esta mañana la premier, ha decidido viajar a Bucha, uno de los epicentros del horror en Ucrania. Allí ha sido acogida por diversas autoridades locales y tras depositar un ramo de flores como conmemoración a las víctimas, una Meloni visiblemente emocionada, al interior de una exposición fotográfica sobre los crímenes de las tropas rusas en la ciudad, ha repetido que “Italia estará a vuestro lado del principio al final del conflicto". Además, antes de volver a la capital para el encuentro definitivo con el líder ucraniano, Meloni ha decidido acercarse también a la localidad de Irpin donde ha asegurado que se esforzará en transmitir a los italianos “todo lo que aquí he visto”. “Es diferente hablar de números a ver en caliente la vida de la gente destruida sin ninguna razón”, ha añadido.
La última parada, y la más importante, es en Kiev y lleva a la premier italiana al Palacio Mariyinski, sede presidencial ucraniana, donde se ha reunido con Zelensky. El Gobierno italiano acaba de aprobar un decreto que contiene un nuevo envío de armas a Ucrania, el sexto, y ya ha dejado claro que apoyará las nuevas sanciones europeas contra Rusia, que deberían aprobarse en los próximos días, pero las diferentes opiniones sobre la guerra -el pasado de Salvini y los comentarios de Berlusconi- en al coalición de centro derecha son conocidas fuera y dentro de Italia, lo cual mantiene en tensión a la premier desde hace días. En los planes de la líder sobre las nuevas promesas estaba el posible envío de cazas italianos, generadores eléctricos para 3 millones de personas, dispositivos contra ataques químicos y la petición para abrir el debate de la reconstrucción con las empresas italianas de por medio, según adelantaba el diario italiano Repubblica.
En la rueda de prensa posterior al encuentro la líder italiana ha querido precisamente remarcar la idea del pleno apoyo a Ucrania. "Hoy es el país agredido -Ucrania- el que presenta un plan de paz, algo paradójico, en vez de buscar soluciones diplomáticas el agresor -Rusia- al que he escuchado esta mañana. Este esfuerzo tiene que ser reconocido a Zelensky. Estamos preparados para ofrecer ayuda en un negociado de paz cuando sea necesario. Mientras tanto seguimos con todo tipo de ayuda, militar, financiera y civil", dijo Meloni. Además la premier ha señalado la centralidad que quiere tener el país transalpino en el trabajo para el que Ucrania vuelva a empezar de cero. "La reconstrucción pensada ya desde ahora significa apostar por la victoria. Esta es una señal importante, se trabaja para la organización de una Conferencia sobre la Reconstrucción este mismo mes de abril. Las empresas italianas pueden dar una mano y pondremos todo de nuestra parte. Italia quiere ser protagonista en la reconstrucción", explica. Cree la premier que se podrá hablar "de un milagro ucraniano" tras unos años cuando el país sea capaz de volver a renacer desde sus escombros.
Descarta sin embargo el envío de cazas italianos, como se había rumoreado precedentemente, la premier comenta la polémica, en la rueda de prensa conjunta, justificando que "actualmente la provisión de cazas aéreos no está sobre la mesa, es algo que se debatirá con los socios internacionales". "Hemos trabajado junto a Francia sobre tecnología de defensa antiaérea, la prioridad es defender la infraestructura estratégica ucraniana que es defender a los civiles", ha añadido. Además el propio líder ucraniano, Zelensky, ha respondido a las preguntas de los periodistas italianos que pedían su opinión sobre las críticas del ex premier Berlusconi. "A Berlusconi no creo que le hayan bombardeado nunca la casa, ni tampoco que ningún ruso haya llegado con un carro armado, ni que hayan asesinado a sus familiares, ni que haya tenido que escapar a las 3 de la mañana... Todo esto gracias a, entre comillas, su amor fraterno por Rusia. Les deseo también la paz a los que no apoyan Ucrania, pero tienen que entender que Rusia roba la vida de los ucranianos, esto es una gran tragedia, quiero que todos lo entiendan. Quiero que vengan aquí para entenderlo" , dijo el presidente ucraniano. Meloni ha querido, sobre este argumento, justificar que aunque las declaraciones puedan diferenciarse ella cree en los hechos y sus socios han votado siempre a favor del apoyo a Ucrania.
El profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de la Sapienza de Roma, Gabriele Natalizia, valora la visita de la primera ministra a Ucrania. “Seguramente el impacto simbólico de ir a Kiev casi en el aniversario de la guerra era importante para el Gobierno italiano, es evidente que la sorpresa de Biden le ha hecho sombra”, explica. Esto, dice el experto, es sustancial a nivel de imagen pública, pero no interfiere el mensaje que Meloni quiere mandar con este viaje. “Este es un mensaje sobre todo a nivel interno, a sus aliados en el Ejecutivo, para dejar claro que el apoyo a Ucrania es innegociable y para callar polémicas como la de Berlusconi”, añade Natalizia. Reacciones en la oposición, como el socio de Matteo Renzi, Carlo Calenda, que escribe en Twitter que “la misión de la premier en Ucrania es importante para la solidez de nuestro posicionamiento internacional puesto en duda por Salvini, Berlusconi y Conte”.
A nivel de política exterior busca también enviar un mensaje claro: Italia está en primera línea en la alianza internacional. “Meloni quiere dejar claro que el país transalpino es la octava economía mundial, que las fuerzas armadas italianas están presentes mucho más que otros países dentro de la OTAN y, en definitiva, que la disposición es total”, explica el experto. La líder italiana, dice Natalizia, busca desde el inicio de su mandato obtener el respaldo internacional para que eso la fortalezca de cara a las futuras reformas a nivel interno, sin que suponga una confrontación con la UE o con un país como EE.UU. “Al momento está consiguiendo por lo menos haber rebajado el temor de otros socios internacionales sobre su figura. Tiene una relación más que decorosa con Ursula von der Leyen, no tanto con Macron, pero la conflictividad con Francia no viene solo de este Gobierno", añade el experto. Aunque esta vez no haya podido lograr el encuentro con Biden, se prevé una visita a EE.UU pronto que pueda afianzar aún más una relación positiva con EE.UU.
Aún así la imagen de Meloni viajando a Ucrania es diametralmente opuesta a la que dejó Draghi al inicio de la guerra en el tren de madrugada acompañado por Scholz y Macron, que representaba la unión en Europa. “Ahora el momento que vive la guerra es completamente diferente, cuando el ex premier Draghi viajó a Kiev acababa de iniciar el conflicto, sobre el apoyo no había fisuras, ahora los países comienzan a tener opiniones más propias, como en el caso de Alemania donde el envío de armas ha traído ya discusiones. Pero, evidentemente el rol de Meloni dentro de la UE es claramente otro y ahora Francia y Alemania han retomado su dueto de poder”, añade.