Conmoción en Florida (EEUU) por la muerte de un niño de solo tres años. El pequeño fue hallado sin vida por su hermana mayor, de 16 años. El menor se había disparado en la cara con la pistola de su padre, un oficial de prisiones. Precisamente, las armas de fuego son la primera causa de muerte entre niños y adolescentes de este país.
La Oficina del Sheriff del condado de Volusia ha confirmado lo ocurrido en una rueda de prensa ofrecida por el sherif Mike Chiltwood el miércoles, así como en su cuenta de Twitter.
A media tarde, recibieron una llamada desde una casa en DeLand, Florida, en la que una joven de 16 años afirmaba que había encontrado a su hermano pequeño de 3 años con un disparo en la cara y no respiraba.
La joven se había quedado al cuidado de sus hermanos, de tres y siete años, mientras sus padres hacían la compra en el supermercado, cuando ocurrió el trágico suceso.
El niño sacó una Canik 9mm de la mesilla de sus padres, se apuntó al rostro y disparó. El niño, a pesar de su corta edad, pudo apretar el gatillo, que necesita unos 2 kilos de presión para actuar.
El padre del niño, un oficial de prisiones, aseguró que normalmente guardaban las armas de fuego en una caja fuerte, pero se había estropeado la cerradura electrónica, por lo que cambiaron las pistolas de sitio. Una la dejaron encima del frigorífico y otra, en la mesilla de noche.
El caso será investigado y revisado por la Oficina del fiscal del Estado, según el sheriff, quien expresó que “no creo que haya nada en la legislación que pueda castigar más a esa familia de lo que ya la ha castigado esta noche”.
Precisamente, la ley de Florida (FSS 784.05) establece que después de disparar accidentalmente a un niño, "no se realizará ningún arresto antes de los 7 días posteriores a la fecha del tiroteo. Con respecto a cualquier padre o tutor de cualquier menor fallecido, los oficiales investigadores deberán presentar todos los hallazgos y evidencias a la Oficina del fiscal del Estado con respecto a las violaciones de esta subsección. El fiscal del Estado evaluará dicha evidencia y tomará las medidas que considere apropiadas según las circunstancias y podrá presentar una información contra las partes correspondientes".
El Departamento de Niños y Familias del Estado, que respondió a la escena y continúa dedicando recursos y supervisión a la familia, ha facilitado también ayuda psicológica a los agentes que atendieron el suceso.
Por último, el sheriff ha alertado “a todos los padres que tienen armas”: “Si tienen niños pequeños, incluso adolescentes, deben guardarlas muy bien porque simplemente no saben lo que puede ocurrir”.