El ritmo de bajas en el ejército ruso alcanza su cota más alta desde el inicio de la invasión hace casi un año, según datos del gobierno ucraniano a los que da validez la inteligencia del Reino Unido.

De media, en lo que llevamos de febrero, mueren en combate diariamente 824 rusos. La cifra cuadruplica los muertos del mes de junio, cuando según la contabilidad de Kiev era de 172  al día.

Pero el ritmo se acelera a medida que Moscú intensifica su ofensiva en el este de Ucrania, con encarnizados combates en Soledar o Bajmut.

Los últimos datos diarios aportados este domingo por el ministerio de Defensa ucraniano cifran el total de 'personal ruso eliminado' en 137.780 desde el inicio de la operación militar ordenada por Vladimir Putin. Son 900 más que el día anterior.

El ministerio de Defensa británico considera que estos datos son "probablemente precisos". Londres achaca este incremento de bajas a factores diversos, entre ellos, la falta de preparación de las tropas, descoordinación y falta de medios en el frente.

Aunque Kiev no aporta datos sobre las bajas en sus propias filas, los servicios de inteligencia británicos dan por hecho que también se han incrementado en las últimas semanas.

No se descarta que el número de fallecidos siga aumentando, si Moscú desata la ofensiva prevista con motivo del primer aniversario de la guerra, el 24 de febrero, como ha señalado el titular de Defensa de Ucrania, Oleksiy Reznikov. Voces, como las de los gobernadores de Donetsk y Lugansk afirman que dicha ofensiva ya está en marcha, como prueba la crudeza de los combate en torno a Bajmut.