Nico, Otan y Spi son tres perros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) especializados en la búsqueda de personas vivas que están ayudando en las tareas de rescate en la ciudad de Islahiye, a unos 20 kilómetros del epicentro del terremoto que sacudió Turquía y que ha causado ya 8.574 muertos y 49.133 heridos.
Los 55 efectivos de la UME desplazados a Turquía han sido asignados a esa localidad, en la provincia de Gaziantep, donde desde ayer colaboran en labores de rescate, principalmente en la búsqueda de supervivientes, que es en estos momentos la prioridad. Para ello, se ayudan de lo que llaman "perros de vivos", es decir, canes adiestrados en localizar personas con vida, ha explicado el portavoz de la UME, Aurelio Soto, a 'EFE'.
Los perros están trabajando bastante, ya que en la zona que tienen asignada, una de las más afectadas por el seísmo, no hay muchos animales especializados en esa tarea. "De momento no hemos encontrado a nadie pero nos están reclamando para que vayamos de un edificio afectado a otro con los perros", ha señalado.
El hecho de que haya perros especializados en la búsqueda de personas vivas facilita mucho la tarea a la hora de rescatar supervivientes, ya que el animal nunca va a marcar un lugar en el que haya un fallecido. La mecánica es la siguiente: el perro huele y si detecta una persona viva marca el lugar. Seguidamente, los miembros de la UME comienzan ya lo que se denomina "búsqueda técnica" mediante el empleo de geófonos y cámaras telescópicas.
Una persona en condiciones normales de salud atrapada en los escombros puede seguir con vida durante 72 horas, siempre que las condiciones meteorológicas sean buenas y no tenga ningún órgano vital aplastado. No obstante, los miembros de la UME, que cuentan también con una perrita especializada en localizar personas muertas llamada 'Chony', seguirán buscando supervivientes durante cinco días, ha precisado Soto.