Jennifer Nelson, una mujer de 35 años de Long Island, en Nueva York (EEUU), ha sido acusada de atropellar intencionadamente a un niño de 15 años dos veces al creer que estaba involucrado en un robo a su hijo. La madre, según apuntaron los fiscales este lunes, se enfrenta a cargos de intento de asesinato en segundo grado, asalto en primer grado, imprudencia temeraria y abandono de una escena del crimen, entre otros.
Todo ocurrió el pasado 7 de octubre, recoge 'NBC News'. Nelson recibió la noticia de que a su hijo le habían robado y, según las autoridades, "supuestamente pensó que podía tomar la justicia por su mano". Condujo su coche hasta la escuela secundaria William Floyd, en el distrito de Shirley, y vio que un grupo de adolescentes estaban en un restaurante de al lado. Varios de ellos participaron en el robo, pero uno de ellos era inocente y fue la víctima de la madre.
Nelson "amenazó al grupo de estudiantes mientras blandía un cuchillo y un bate pequeño". Uno de los adolescentes cruzó la calle y la mujer no se lo pensó. Le atropelló a "alta velocidad", dio marcha atrás y volvió a pasarle por encima. Más tarde, aquella noche, supuestamente trató de ocultar su automóvil a los agentes cambiándolo por un modelo nuevo, a pesar de que su contrato de arrendamiento no expiraba.
La víctima sufrió "lesiones físicas graves que incluyen múltiples fracturas de la pelvis, seis costillas fracturadas, un pulmón perforado y numerosos hematomas y abrasiones". La oficina del fiscal de distrito dijo que dos adolescentes fueron arrestados en relación con el presunto robo del hijo de Nelson y que la víctima no era uno de ellos. El abogado de la madre, Paul D'Emilia, compartió un relato diferente de los eventos del 7 de octubre: "El fiscal de distrito ha intentado fusionar dos eventos separados de ese día como una ocurrencia continua".
Al parecer, según apunta el letrado, la mujer estaba harta de que a su hijo le intimidaran y le agredieran físicamente en el instituto. Ella habría conducido hasta allí para recoger a su hijo, a quien encontró "sin zapatillas y rodeado de torturadores minutos después". Tras defenderse de los acosadores de su hijo, se dirigió hasta la escuela secundaria William Floyd para denunciar el incidente y recuperar las zapatillas. Horas después, regresó a casa y vio a un grupo de jóvenes corriendo por la calle. A uno de ellos no le vio y resultó herido tras golpearse con el vehículo de Nelson, según D'Emilia.
Según los informes, se ordenó que Nelson fuera liberada bajo su propia responsabilidad. Los fiscales habían recomendado una fianza fijada en 250.000 euros en efectivo o una fianza parcialmente garantizada de más de dos millones de euros. La mujer volverá a declarar ante la autoridad judicial el próximo 21 de marzo. "El intento increíblemente equivocado de esta acusada de vengar la supuesta victimización de su propio hijo no es excusa", sentencian las autoridades.