En el ámbito diplomático, el globo de procedencia china derribado por Estados Unidos ha desembocado en una crisis que estanca de nuevo las relaciones entre las dos superpotencias. Si Washington sostiene que se trata de un globo espía y ha suspendido la visita a Pekín del secretario de Estado, Antony Blinken, prevista inicialmente para este lunes, en China se lamentan por lo sucedido mientras tildan la reacción estadounidense de exagerada. Se reservan el derecho de llevar a cabo “las respuestas necesarias”, niegan que se trate de un acto de espionaje y afirman que el globo era un “dirigible civil” utilizado para fines de análisis meteorológico. Sea lo que fuere, el artilugio ha vuelto a congelar las relaciones entre ambas naciones tras una efímera masa de aire cálido derivado del optimismo por el encuentro en Bali de hace dos meses entre Joe Biden y Xi Jinping durante el G-20.
Mientras el globo tensaba la cuerda durante el fin de semana, dos ciudadanías vivieron el incidente de distinta manera. Una gran parte de la población estadounidense sintió cierta vulnerabilidad ante la invasión de su espacio aéreo - aunque no faltaron las mofas - por un artefacto de origen chino que, según su Gobierno, se trató de un globo espía; mientras tanto, en China presenciaron este episodio como el que ve una película de ciencia ficción con soda y palomitas.
Ha sido un fin de semana especialmente activo en cuanto a la asistencia a las salas de cine en el gigante asiático. Tras un año 2022 lamentable para la gran pantalla (un 30 por ciento de espectadores menos que 2021) por culpa de los confinamientos, los cierres de ciudades como Shanghái o los controles por el 20º Congreso Nacional del Partido Comunista, este nuevo año ha comenzado fuerte. La precuela de producción china, ‘The Wandering Earth II’ (La Tierra Errante II), ha alcanzado sólo entre el viernes y el domingo los 52 millones de euros del total recaudado de 467 millones de euros desde su estreno el 22 de enero. El taquillazo y la gran sensación que ha generado la cinta la han erigido como ‘trending topic’ de la masiva red social china, Weibo. Al menos, hasta que saltó el asunto del globo.
Pocas veces coinciden las portadas y los editoriales estadounidenses con los chinos, a no ser que se haya producido una tragedia como el terremoto de Turquía y Siria o por algún asunto en particular en el que cada uno tenga una postura clara, definida, interesada y diametralmente opuesta. Las narrativas de ambas partes se fortalecen a través de los medios de comunicación y a partir de ahí, sobre todo en China por la censura, los ciudadanos tienen el beneplácito para opinar. El hashtag, “El Globo Errante”, ha dominado gran parte de las conversaciones de la masa social sin que la censura haya sido protagonista. Desde la posición de relajación china, la sorna no tardó en llegar entre los internautas.
Un perfil que lleva el nombre de ‘revitalizador rural de Fujian’ ha destacado en Weibo que “los globos perdidos han completado con éxito su misión y llevan días flotando sobre EE.UU. sin que este país se dé cuenta, ¡lo que significa que sus puertas no están tan cerradas como un barril! El globo perdido no sólo nos mostró el lado frágil de EE.UU., ¡también nos mostró el lado desesperado del pueblo estadounidense!”, escribió este usuario. Otro bromea con un meme: “lo que está ocurriendo (imagen de un globo) en comparación con lo que EE.UU. dice que está ocurriendo (imagen de la Estatua de la Libertad mientras es asediada por una flota de zepelines)”.
“Hay muchos chistes en Internet sobre el incidente, como los que dicen que los chinos pensaban que la superproducción de ciencia ficción, ‘Tierra Errante II’, era el éxito cinematográfico del momento y que no esperaban que ‘Globo Errante’ se convirtiera en el verdadero éxito”, esgrime la bloguera experta en redes sociales de China, Manya Koetse. “Quizá no sea una sorpresa el hecho de que la actual evolución del globo chino haya desencadenado tantas comparaciones y memes en Internet relacionados con la película de ciencia ficción, ya que ésta ha sido uno de los trending topics más candentes de la semana pasada, y teniendo en cuenta que su narrativa gira en torno a sucesos catastróficos y al futuro de la sociedad internacional”, sostiene.
Sin embargo, el éxito de la película en China no es compartido por parte de la crítica estadounidense. En una reseña realizada por The New York Times poco después de su estreno, Brandon Yu escribió que la cinta hizo honor a su título y que ésta no tiene rumbo alguno. “La película, que ha perdido toda la alegría de su predecesora, ofrece casi tres horas de enrevesadas líneas argumentales, temas poco cocinados y una maraña de subtextos políticos confusos y manifiestamente aprobados por el Estado”, apuntó en su crítica.
Si en lugar de “tres horas” hablamos de “una semana”, la reseña anterior podría estar describiendo con fidelidad el percance del globo espía derribado. Incluso esta eventualidad queda desinflada si se compara con “la alegría de su predecesora” descrita por este usuario de Weibo. “En 1945, la tripulación del acorazado ‘New York’ avistó una esfera que pensaron que podía ser un arma japonesa. El capitán ordenó derribarlo, disparando muchos cañones pero ninguno acertó. Finalmente, uno de los navegantes se dio cuenta de que estaban atacando a Venus, también conocido (en China) como ‘Qixing’ o ‘Taibai’ por su brillo. Sólo las mentes de los responsables de la política exterior en Washington podrían trabajar con tanta inteligencia”, escribió. Esta curiosidad, inicialmente publicada vía Twitter por el Instituto Naval de EE.UU el viernes, cuenta con más de cinco millones y medio de reproducciones y decenas de miles de interacciones.
El cine siempre ha sido capaz de retratar el sentir de la sociedad. Si las películas estadounidenses de gángsters o de terror de los años 30 retrataban la realidad económica post ‘crack de 1929’ y plasmaban una sensación de inquietud similar a la vida real, en los años 70 sucedió algo parecido en Hollywood con las historias catastróficas. La televisada Guerra de Vietnam, la Guerra Fría, la inestabilidad social dentro de EE.UU., la cuestión racial, la crisis económica, la desconfianza en el poder, el desempleo… ) todo ello contribuyó al auge del género de catástrofes (‘Aeropuerto’, ‘El Coloso en Llamas’, ‘La Aventura de Poseidón’, ‘Terremoto’…) En la actualidad, el paralelismo entre la realidad y la ficción contribuye a que un mundo sumido en la paranoia durante el momento de mayor incertidumbre en décadas contribuya a que se produzcan y se consuman películas que sirven de metáforas del comportamiento humano. Como humanos son aquellos que tensan la cuerda cuando más cerca estaban los lazos y, quizás, ven donde no hay.