El globo espía y la cancelación del viaje de Blinken a Pekín tensan la relación entre EE. UU. y China
El incidente con un globo espía chino llevó a Washington a suspender la que iba a ser la primera visita de un alto cargo estadounidense a Pekín en cinco años
Taiwán, las relaciones comerciales, el espionaje o las denuncias de violaciones de derechos humanos han deteriorado las relaciones entre las dos potencias
Qué son los globos espía y por qué se siguen utilizando
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, estaba a punto de viajar a Pekín (la visita estaba prevista para el pasado domingo) pero el incidente del globo chino detectado en territorio norteamericano dio al traste con sus planes. El viernes -tan solo dos días antes- se canceló un viaje cuyo objetivo era aliviar los roces entre los dos gigantes en un contexto de rivalidad por el liderazgo global. El sábado, aviones de caza estadounidenses derribaron el globo sobre el Atlántico.
¿Cuál era el objetivo de Pekín? ¿Espiar? ¿Provocar a Washington? ¿Reventar la visita del jefe de la diplomacia? ¿Responder así al reciente aumento de la presencia militar de Estados Unidos en Filipinas? Las autoridades chinas siguen manteniendo que formaba parte de una misión civil para obtener datos meteorológicos.
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El incidente se produjo poco antes del que hubiera sido el primer viaje a Pekín de un alto cargo estadounidense desde 2018. Y Blinken iba a reunirse allí, según informó Financial Times, con el presidente chino Xi Jinping (quien hace tres meses afianzó su poder renovando un tercer mandato). Washington considera al país asiático la principal amenaza para su seguridad. Hace algo más de una semana, altos funcionarios de Defensa norteamericanos advertían de la posibilidad de una guerra con China en 2025 ante su aspiración de tomar el control de Taiwán. Pero los últimos acontecimientos han echado por la borda la perspectiva de distensión entre las dos potencias.
Antes de que se localizara el globo espía, el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Ned Price, explicó que la visita de Blinken era el resultado del cara a cara que mantuvieron Joe Biden y Xi Jinping el pasado noviembre en la cumbre del G20 en Bali (Indonesia). "Se trata simplemente de que abordemos la relación bilateral más relevante y compleja del planeta pensando que la competencia (entre ambos) no deriva en un conflicto", dijo entonces Price. El objetivo, añadió, era que los dos países actuasen de forma "responsable", porque "así lo esperaba el resto del mundo".
Sobre la mesa estaba, entre otros asuntos, la guerra de Rusia en Ucrania, de la que se cumplirá un año el próximo 24 de febrero. China es uno de los pocos países que no ha dado la espalda a Vladimir Putin.
Pulso por el liderazgo global
El último secretario de Estado estadounidense que viajó a China fue Mike Pompeo, en 2018, en plena guerra comercial entre los dos países (después de que Administración Trump impusiera nuevos aranceles a los productos chinos).
En los últimos años, las medidas de Washington para contrarrestar la creciente influencia de Pekín han ahondado la brecha. La relación entre ambos países se ha deteriorado también por otros asuntos como el espionaje, las acusaciones de violaciones de derechos humanos (especialmente de la la minoría uigur en la provincia de Xinjiang), la restricción de libertades en Hong Kong o la gestión de la pandemia del coronavirus.
Además, el pasado agosto, la visita a Taiwán de la entonces presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, enfureció a las autoridades chinas, que recibieron el gesto como una provocación. Pekín considera a esa isla autónoma -situada a 100 millas de la costa del sureste de China- una provincia más bajo su soberanía y reclama un territorio que califica de rebelde.
En este contexto, los semiconductores son clave para explicar la importancia de la isla para la economía global, cada vez más dependiente de esos pequeños productos fabricados con obleas de silicio. Taiwán es el gran productor mundial. TSMC , el fabricante taiwanés de microchips, es el mayor del planeta. El 92% de los semiconductores más avanzados que se utilizan en el mundo se fabrican en la isla, según The Economist.
El unos días, el Departamento de Defensa estadounidense comunicó que estaba expandiendo su presencia en Filipinas. Un paso que para analistas militares busca reforzar la capacidad de Estados Unidos para defender Taiwán.
Globos espía
El Pentágono ha explicado que no es la primera vez que China envía globos espía a Estados Unidos; pero lo que llamó la atención en esta ocasión es que el globo permaneció más tiempo de lo habitual en territorio estadounidense.
El incidente caldeó los ánimos entre la oposición republicana, que lo calificó como una violación de la soberanía estadounidense. "El descarado desprecio de China por la soberanía de Estados Unidos es una acción desestabilizadora que debe abordarse, y Biden no puede quedarse callado", dijo el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy. "El Partido Comunista Chino no debería tener acceso al espacio aéreo estadounidense", señalaron en un comunicado los parlamentarios Mike Gallagher y Raja Krishnamoorthi. "Debemos actuar para contrarrestar esta amenaza", añadió.
"Estados Unidos actuó de conformidad con el derecho internacional y en defensa de nuestra patria y de nuestro espacio aéreo soberano", afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad de la Casa Blanca, John Kirby, después de que Washington derribaran el globo frente a las costas de Carolina del Sur.