Turquía y Siria trabajan contrarreloj con el apoyo de la comunidad internacional, incluida España, para rescatar a posibles supervivientes del devastador terremoto, que ha dejado ya más de 4.000 víctimas.
Más de 50 países han comprometido su ayuda. España ha coordinado un envío de equipos de búsqueda y rescate y ha desplazado a 100 efectivos de la Unidad Militar de Emergencias. Numerosas comunidades autónomas han preparado también unidades de apoyo.
En Turquía ya están los 40 efectivos de la Unidad Especial de Emergencia y Respuesta Inmediata (Ericam) que partían anoche desde Madrid. Son bomberos de la Comunidad, personal de emergencias y de la Escuela Española de Salvamento y Detección con Perros. Aterrizaban esta madrugada en el aeropuerto de Adana, el más próximo a la región afectada por el terremoto.
Un contingente que se une en la tareas de rescate los bomberos de Huelva, que contrarreloj embarcaban a sus perros. También los de Málaga, que ponían a punto el material. Interior está coordinando los envíos.
Allí, los equipos de emergencia se van a encontrar un panorama desolador. Un terremoto de características devastadoras, tan intenso que ha quedado registrado en todas las estaciones de medición del mundo y que reclama toda la ayuda posible.
La Unión Europea ha activado el grupo de respuesta política integrada a las crisis ante la situación en Turquía y Siria, donde una sucesión de terremotos registrada durante esta jornada se ha cobrado ya más de 2.600 vidas y ha dejado heridas a otras más de 11.000 personas.
En un escueto comunicado del Consejo de la Unión Europea, la Presidencia sueca ha confirmado la activación de este mecanismo (conocido como IPCR, por sus siglas en inglés) tras una reunión de coordinación y en aras de "coordinar las medidas de apoyo de la Unión Europea".
El IPCR está formado por los Veintisiete y respalda la toma de decisiones frente a ataques terroristas u otras crisis, como ocurrió con el coronavirus. Tras la encuentro de este lunes, fuentes europeas han indicado que se seguirá de cerca la situación, dejando la puerta abierta a nuevas reuniones.