Otorgar más licencias de armas para civiles. Es la respuesta que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha ofrecido tras un fin de semana marcado por tres ataques armados que dejaron siete muertos y cinco heridos en el país. Una estrategia que "salva vidas", según el líder derechista, que también ha pedido a los israelíes que no se tomen la justicia por su mano, en medio de una escalada de violencia en la zona.
En la reunión con su gabinete de Seguridad, Netanyahu presentó una serie de "medidas adicionales en la lucha contra el terrorismo, que incluyen acelerar y agilizar significativamente la concesión de licencias de armas para civiles autorizados".
Israel se encuentra en estado de máxima alerta después de tres ataques con arma de fuego en menos de 24 horas. El comisario general de la Policía de Israel, Yaakov Shabtai, y el ministro de Seguridad Nacional, el extremista antiárabe Itamar Ben Gvir, hicieron un llamamiento a todos los ciudadanos que salgan armados, siempre que tengan licencia.
En el país no existe el derecho a portar armas, pero los ciudadanos israelíes que han vivido en el estado durante al menos tres años y tienen conocimientos básicos de hebreo pueden obtener un arma de fuego si cumplen con ciertos criterios, según The Jersualem Post.
Netanyahu, que regresó al poder en diciembre pasado, encabeza el Gobierno más derechista de la historia de Israel, en un momento en que el conflicto israelí-palestino encara un pico de violencia. En lo que va de 2023, ya son 32 palestinos muertos en el marco del conflicto, un promedio de más de una por día. Del lado israelí, son siete las víctimas mortales, todas civiles.