El presidente francés Emmanuel Macron fue de los mandatarios internacionales que más presionó al jefe del Gobierno alemán, Olaf Scholz, para que enviara sus tanques Leopard 2 a Ucrania y para que permitiera que otros países, entre ellos España, pudieran enviar sus propios Leopard 2. Cuando Scholz cedió a cambio de que Estados Unidos enviara los Abrams, Macron se echó atrás y no se unió a la coalición. Francia no tiene Leopards 2, pero tiene 226 Leclerc, un tanque pesado de características similares.
La diplomacia francesa cuenta que Ucrania no tenía claro si quería los Leclerc porque su mantenimiento y reparación es más compleja que la de los Leopard 2, pero la prensa francesa también contaba en las últimas semanas que los generales franceses no querían deshacerse de sus Leclerc porque creen que 226 es un arsenal insuficiente para un país como Francia, que hace 20 años tenía más de 800. Además, sólo el 60% de los Leclerc, cuenta el diario Le Monde, son movilizables, el resto está destinado a entrenamientos.
Los arsenales franceses se han reducido notablemente desde el fin de la Guerra Fría y los militares ya tuvieron que ver como Macron enviaba a Ucrania 18 de los 76 ‘Caesar’, piezas de artillería autopropulsada. De 37 navíos de alta mar Francia pasó a 19 en 30 años, de 600 aviones de combate pasó a 195.
El Ejército de Tierra francés envía por ahora a Ucrania el blindado ligero AMX-10 RC, un vehículo que se está retirando de servicio y que no sirve para batallas de alta intensidad como los tanques pesados. El Elíseo dijo en varias ocasiones que Macron había discutido el asunto con el presidente ucraniano Volodimir Zelensky. Este, aunque prefiera los Leopard 2 o los Abrams, no hace ascos a los Leclerc, aunque cuantos más tanques diferentes tenga más complejo se le hace el mantenimiento. También porque el Leopard 2 es el tanque más común en los arsenales de los países aliados de Ucrania y por lo tanto del que más unidades va a conseguir. En cambio, Francia no ha vendido los Leclerc a nadie en Europa, sólo a Jordania y Emiratos Árabes Unidos y no los fabrica desde 2008, mientras su sustituto, el conocido por ahora como ‘Main Ground Combat System’, un proyecto germano-francés, no estará operativo hasta 2040.
El Leclerc es uno de los orgullos de la industria militar francesa. Superior a 50 toneladas cuando sus rivales Leopard 2 y Abrams rondan las 60, es algo más rápido (80 kilómetros hora en lugar de 70 kilómetros hora) y es capaz de disparar en movimiento con precisión a objetivos a cuatro kilómetros.
Pero los Leclerc llevan también una cadena de mantenimiento mucho más compleja. Francia envió en primavera del año pasado a Rumanía 13 de esos tanques para unirse a las unidades de la OTAN en el flanco oriental de la Alianza Atlántico. Esos 13 tanques obligaron a desplegar dos grúas para tanques y más de 200 hombres de mantenimiento. Macron “no excluye nada”, pero cualquier envío se haría “a condición de no debilitar nuestras capacidades propias de defensa”. Los generales dicen que ya están debilitadas.