Un niño de 3 años se encuentra ingresado en el hospital bajo observación médica tras haber quedado herido en un tiroteo. Al parecer, el menor recibió un disparo que provenía de una bala perdida cuando se produjo la pelea armada entre unos ladrones y unos agentes de la Policía.
Los hechos han ocurrido en el barrio colombiano de Primero de Mayo, situado en la localidad de Valledupar. Según han informado los medios de comunicación locales, el niño sufrió el disparo cuando volvía a casa junto a su madre ya que los dos habían acudido a la iglesia de la localidad para ir a misa.
Todo comenzó cuando un grupo de agentes de la Policía llegaron hasta el vecindario persiguiendo a unos ladrones. Al ver llegar a los policías, los delincuentes abrieron fuego contra ellos y comenzó el fatal tiroteo.
Johana Andrade, madre del pequeño, intentó huir de la escena ya que se encontraba en pleno epicentro. En plena huida, la mujer escuchó varios disparos y cuando intentó proteger a su hijo vio que el menor había sido alcanzado por una de las balas perdidas del tiroteo.
Justo entonces, los agentes de Policía finalizaron el tiroteo y fueron en su ayuda. Desafortunadamente, el disparo alcanzó al menor e impactó en su cara.
Al ver la situación y el estado del pequeño, los agentes llamaron a Emergencia y, minutos más tarde, lo trasladaron hasta el hospital donde ahora se encuentra bajo observación médica.
Viendo la gravedad del accidente, el cuerpo de Policía ha tenido que realizar una rueda de prensa en la que ha detallado qué ocurrió en este fatal accidente que ha dejado gravemente herido al menor de edad.
"Un ciudadano que se encontraba en Primero de Mayo le intentan hurtar su equipo celular, intimidando con arma de fuego, la patrulla reacciona, se produce un intercambio de disparos y el bandido emprende la huida. Los policiales se dan cuenta de la lesión del menor y lo socorren", comentan los portavoces de la Policía.
Sin embargo, esta versión es totalmente distinta a la que ha dado Johana Andrade a los medios de comunicación locales. Según la madre del niño herido, la bala perdida provenía de los propios agentes de la Policía.
En declaraciones al periódico 'El Heraldo', la mujer ha contado cómo vivió ella el tiroteo en el que se vio envuelta cuando regresaba de misa junto a su hijo: "Se sintieron dos plomazos, cuando veo que todo se calma, cruzo y cubro al niño y un tercer impacto se hizo, en ese momento fue que recibió mi hijo que le afectó la vista. A él prácticamente le quedó un hueco en la cara".
Además, la mujer no lo ha dudado y ha acusado a los agentes de este ataque que ha sufrido el niño: "Mi hijo recibió el impacto por parte de la Policía, por la posición y por qué sé que vino en esa dirección donde se encontraban los uniformados".
En la entrevista dedicada al medio de comunicación colombiano, la mujer ha pedido que se investigue a fondo el caso y que se haga justicia ya que su hijo presentará secuelas de por vida.
"Lamentablemente va a tener que dejar de hacer todas las actividades e incluso de asistir a un CAI (Centro de Atención Integral o jardín infantil) a aprender muchas cosas porque le han deteriorado la vista y otras cosas más", apunta Johana Andrade mientras sigue la evolución de su pequeño.