El envío de tanques occidentales a Ucrania supone un giro de guion, un paso más allá, en el curso de la guerra iniciada por Rusia hace 11 meses. Tras ceder a las presiones de los aliados, el canciller Olaf Scholz confirmaba el miércoles que hará llegar 14 tanques Leopard 2 A6 de fabricación alemana a Ucrania y que autoriza a otros países para que hagan lo mismo. Horas después, era el presidente estadounidense, Joe Biden, quien daba luz verde a 31 carros de combate Abrams. España se sumaba al plan europeo para mandar tanques Leopard a Kiev. Reino Unido ya había anunciado días antes el envío de 14 de sus Challenger 2.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido mucho en que sus tropas necesitan "urgentemente" tanques occidentales (los suyos son heredados de la época soviética). Los considera necesarios para defender su territorio y expulsar a los combatientes rusos de las zonas ocupadas. Recientemente ha reconocido la pérdida de la localidad de Soledar, en el Donbás; y teme una gran ofensiva de las fuerzas de Vladimir Putin en primavera.
Pero ahora, ante ese futuro despliegue de carros de combate occidentales en Ucrania, se plantean varios desafíos. ¿Cuánto tardarán en ser enviados a la zona de combate? ¿Qué cantidad de tanques son necesarios para que resulten efectivos en el campo de batalla? ¿En qué medida complica la logística sobre el terreno la existencia de distintas variedades de Leopard y de diferentes carros de combate como los Abrams y los Challenger?
El ministro de Defensa alemán, Boris Pistorius, ha asegurado que los Leopard 2 podrían llegar a Ucrania en tres meses y que el entrenamiento de las tropas de Kiev comenzará "muy pronto". El presidente estadounidense Joe Biden, por su parte, ha reconocido que el desembarco de los Abrams en el campo de batalla "llevará tiempo", pues hay que asegurarse de que los ucranianos "estén completamente preparados para integrarlos en sus defensas".
Varios factores (puesta a punto, traslados, entrenamiento en su uso...) pueden demorar el despliegue de los blindados. Guillermo Pulido, experto en geoestrategia y defensa, explica a NIUS que no se tarda lo mismo si se mandan "tanques que ya estén operativos de las unidades de combate de los países occidentales" (que podrían trasladarse con rapidez), que si se envían "los que están hibernados". Estos "podrían tardar meses, porque a lo mejor al deshibernarlos te das cuenta de que piezas que tenías almacenadas no funcionan, que vas a tener que pedirlas en el mercado internacional, que hay pocas cámaras térmicas... Puede llevar meses o semanas, depende. Pero no debería extrañar si es cuestión de meses", cuenta el especialista.
El tiempo de entrenamiento de la tripulación de los blindados depende "del tipo y de las unidades" que se vayan a formar. "Si solamente quieres una formación básica y operar el tanque de manera individual, eso puede tardar solo semanas. Pero si quieres que operen a nivel de compañía y de batallón y después integrarlos en una brigada... pues eso puede tardar muchos meses o un año", dice Pulido.
Alemania ha prometido 14 Leopard 2A6 que enviará directamente de su stock militar. A estos se sumarán los de la coalición de europeos a los que Berlín ha autorizado a transferir sus Leopard (distribuidos en una docena de países). Estados Unidos mandará 30 Abrams. Reino Unido, 14 Challenger. ¿Son suficientes?
El máximo comandante militar de Ucrania, el general Valeriy Zaluzhnyi, ha dicho que Kiev necesita alrededor de 300 tanques occidentales; asegura que esa es la cantidad que permitiría marcar la diferencia con la fuerzas rusas en el campo de batalla. Las promesas, hasta ahora, se sitúan muy por debajo.
"En mi opinión (esa cantidad) es un poco pequeña, porque estamos viendo un nivel de attrition (desgaste) muy elevado en el que se pierden muchos tanques en muy poco tiempo", explica el experto en geostrategia y defensa.
Él cree que "harían falta bastantes más: 600, 800... ". Y recuerda que Rusia ha perdido al menos 1.500 carros de combate y Ucrania entre 800 y 1.000. Aunque especifica que "los tanques occidentales son más pesados y están mejor protegidos y Rusia, además, tiene muchos menos sistemas antitanque; por ello, no deberían de tener el nivel de desgaste que hemos visto en los blindados de origen soviético.
"El follón logístico puede ser sideral", afirma el especialista Guillermo Pulido en relación a las diferentes versiones de Leopard y otros tipos de carros de combate que se enviarán a Ucrania. Y esto es así "porque tienen diferentes cámaras, diferentes visiones térmicas, variaciones en los sistemas de puntería, en el software, diferentes baterías; también diferentes tipos de blindaje compuesto que se añade, por ejemplo en los Leopard, en las torretas".
Y ante la necesidad de mandar repuestos, "no es lo mismo el de un A4, que el de un E, el de un A6 o el de un A7... Y eso solamente para los Leopard. Después si además mandas los Abrams o los Challenger pues tienen un modelo diferente", explica el experto.
"Si vas a organizar una brigada o una operación combinada y tienes que alimentar la logística de una dirección operativa, de un eje de avance, con tanques de un tipo y después con tanques del otro pues se puede complicar mucho" y puede resultar "bastante caótico", añade. "A nivel bruto puedes mandar 300 tanques, pero el follón logístico hace que a nivel neto solo puedas operar con un nivel muy reducido", concluye.