Tras semanas de negociaciones y disputas, Alemania y Estados Unidos hacen oficial el envío de carros de combate a Ucrania, un movimiento que podría resultar clave en el devenir de la guerra sobre todo, ante una posible ofensiva de Rusia de cara a la primavera. Alemania desplegará sus tanques Leopard 2 y el Gobierno de Olaf Scholz dará autorización para que otros países que poseen estos tanques puedan a su vez exportarlos.
Estados Unidos enviará alrededor de 30 M1 Abrams, según un funcionario estadounidense a la agencia AP, ¿pero cuándo? Su logística es mucho más compleja. Funcionarios estadounidenses aseguran que los tanques pesados podrían tardar años en llegar a cualquier campo de batalla ucraniano, según The New York Times.
Los Abrams probablemente se adquirirían a través de la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania, que financia contratos para la adquisición de armas y equipos. La Administración Biden podría usar ese fondo para comprar los Abrams a países aliados y tras restaurarlos, enviarlos a Ucrania. El proceso puede llevar meses e incluso años, según reconoce un funcionario estadounidense a The Guardian.
El general Robert B. Abrams, quien se retiró del Ejército de EE.UU. en 2021 y con décadas de experiencia con el tanque que lleva el nombre de su padre, Gen Creighton W. Abrams, ha recalcado que el mantenimiento, tienen fama de "devoradores de gasolina" y las reparaciones de estos carros de combate podrían llegar a ser un problema para las tropas ucranianas.
El proceso de entrega de armas occidentales y otros equipos militares a Ucrania ha sido uno de los secretos mejor guardados de la guerra. En once meses de guerra, Rusia no ha logrado neutralizar ningún convoy con armas occidentales enviadas a Ucrania.
Un ataque de Rusia a un convoy de armas "no solo retrasaría las entregas futuras, sino que también se encargaría de al menos una parte considerable de los blindados modernos antes de que lleguen a la línea del frente", según el exdiplomático ruso Nikolai Sokov, experto del Centro de Viena para el Desarme y la No Proliferación, en declaraciones al diario estadounidense.
La mayoría de las armas se enviará, supuestamente, en trenes o camiones y serían las tropas ucranianas quienes debe trasladarlas desde los depósitos en territorio de la OTAN en vez de que las fuerzas occidentales o los contratistas las entreguen en la zona de conflicto.