El conocido entrenador de boxeo ucraniano Mykhailo Korenovsky vivía desde hacía nueve años con su mujer Olha Korenovksya, de 38 años y entrenadora personal, en el edificio de apartamentos de Dnipró que el pasado sábado fue alcanzado por un misil ruso. La pareja tenía tres hijas y hace poco en esa cocina amarilla, ahora expuesta al mundo, los Korenovsky estaban de celebración. El propio Mykhailo colgó en redes sociales el vídeo de una de las pequeñas soplando las velas por su cumpleaños.
El bombardeo pilló a Korenovsky almorzando en su casa, en esta localidad en el este de Ucrania. Su mujer y las niñas habían salido a dar un paseo y él se iba a reunir después con ellas, pero murió en el bombardeo. El misil derribó la pared exterior del piso, dejando la cocina al descubierto, con algunas muebles intactos, los platos en el fregadero y el frutero, repleto de manzanas. El cuerpo de Mykhailo ya ha sido recuperado.
La imagen del fotógrafo Yan Dobronosov ha dado la vuelta al mundo como símbolo de un ataque que ha dejado más de 40 muertos y 75 heridos. Entre las víctimas hay tres niños y todavía hay una treintena de desaparecidos.
La ONU ya ha pedido investigar el bombardeo como un crimen de guerra. El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha garantizado que los responsables del ataque contra un edificio residencial en Dnipró, el este de Ucrania, serán juzgados por el Tribunal Penal Internacional.
"No hay duda: cada persona culpable de este crimen de guerra será identificada y llevada ante la Justicia", ha afirmado el mandatario ucraniano y ha anunciado que el Servicio de Seguridad de Ucrania "ya ha comenzado a recopilar información sobre los militares rusos que prepararon y llevaron a cabo este ataque".