La copiloto del avión de Nepal murió 16 años después de que su marido lo hiciera en otro accidente aéreo
Las autoridades de Nepal han concluido que los 72 pasajeros del avión siniestrado en la ciudad de Pokhara murieron en el accidente
Una de las fallecidas, la copiloto de la aeronave, Anju Khatiwada, había perdido a su marido 16 años antes en otro accidente aéreo
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Las autoridades de Nepal han concluido que los 72 pasajeros que volaban en el avión siniestrado el pasado domingo en la ciudad de Pokhara murieron en el acto. Los familiares de algunas víctimas, tras su identificación, comienzan a rendir homenaje a los fallecidos desde las redes sociales. Una de las personas fallecidas es la copiloto de la aeronave de Yeti Airlines, Anju Khatiwada, quien había perdido a su marido 16 años antes en otro accidente aéreo sufrido por la misma aerolínea.
Según los informes, el esposo de Khatiwada, Dipak Pokhrel, también murió después de que un vuelo de Yeti Airlines se estrellara en junio de 2006. Fue su pérdida lo que la había impulsado a dedicarse a la aviación. Sola con su hijo pequeño, la mujer convirtió el dolor en fuerza, inspiración y motivación. "Era decidida, defendía sus sueños y cumplió los de su marido", ha señalado ante los medios Santosh Sharma, miembro de la familia.
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Dipak Pokhrel, el marido de Anju Khatiwada, murió en otro accidente aéreo hace 16 años
Pokhrel, marido de la fallecida, estaba en la cabina de un avión de hélice Twin Otter, el cual transportaba arroz y alimentos a la ciudad de Jumla, cuando este se precipitó y estalló en llamas, recoge 'BBC'. En el accidente murieron las nueve personas que iban a bordo. Cuatro años después, su viuda estaba en camino de convertirse en piloto. Tras superar muchos obstáculos, logró viajar a Estados Unidos para formarse y, una vez consiguió el título requerido, se incorporó a Yeti Airlines.
La copiloto había hecho vuelos en solitario: "Era una mujer muy valiente"
Khatiwada era una de las seis mujeres que trabajan como pilotos en la aerolínea y había volado cerca de 6.400 horas. "Era capitana de la aerolínea y había hecho vuelos en solitario. Era una mujer muy valiente", según destacan desde Yeti Airlines. La mujer volvió a casarse y tuvo un segundo hijo mientras forjaba su carrera como aviadora. Amigos y familiares aseguraron que adoraba su trabajo y que era "un placer compartir tiempo" con ella.
La copiloto y su marido murieron de la misma forma, una tragedia dentro de otra tragedia
La mujer y su marido murieron de la misma forma, una tragedia dentro de otra tragedia. Este domingo todavía se podían ver restos del avión siniestrado esparcidos a orillas del río Seti, lugar en el que cayó la aeronave cuando se acercaba al Aeropuerto Internacional de Pokhara. También se halla una parte del avión en el interior del valle, con ventanillas intactas y el logo de la aerolínea aún visible. Lo ocurrido tardará en olvidarse.