Un autobús escolar en el que viajaban más de 10 estudiantes, ardió en llamas en cuestión de segundos mientras recorría su ruta en Nimes, al sur de Francia. Por el momento se desconocen las causas que han producido el incendio pero se ha podido confirmar que no hay ninguna persona herida ya que los pasajeros fueron evacuados antes del incendio. El vehículo avanzó varios metros sin control hasta que chocó contra un muro que estaba justo al lado de la carretera.

El terror se desató entre los transeúntes que paseaban a orillas de la carretera en el momento en el que el autobús, completamente envuelto en llamas, derribaba objetos a su paso y avanzaba sin control. A pesar de que, por el momento se desconocen las causas que han producido las intensas llamas, algo que tranquilizó a los presentes es que el vehículo estaba vacío y se ha confirmado que no hay ningún herido.

El conductor del autobús logró evacuar a los diez alumnos que todavía se encontraban en el interior del vehículo en cuando se dio cuenta de que empezaba a salir humo del mismo, según han informado medios locales. Todos los pasajeros consiguieron ponerse a salvo a tiempo y ninguno fue alcanzado por las llamas.

El 15 de enero se registró otro caso en el que un autobús de pasajeros ardió en llamas y de igual manera, no dejó ningún herido. Los hechos se registraron cerca de la 01:40 de la mañana en un domicilio ubicado en el cruce de la avenida Morelos y la calle 16 de Septiembre del sector Centro de Gómez Palacio. Fue por medio de múltiples reportes al sistema estatal de emergencias 911, que se dio aviso a las autoridades sobre el siniestro y los Bomberos fueron los encargados de sofocar las llamas.

Por lo general, estos incendios repentinos de automóviles suelen darse sin un detonante seguro ya que la gran mayoría, sobre todo en los vehículos de tales dimensiones, surgen de un problema interno del motor. Por lo general, en este tipo de accidentes se pueden evitar tragedias que respecten heridos ya que los casos en los que el problema se desata de esta forma tan inesperada, un fuerte olor a gasolina o a quemado e incluso humo, suele ser fácilmente detectable antes de que entre en llamas.

El problema entra cuando el autobús, aun desalojado, avanza descontroladamente dando paso a otros accidentes mayores. En 2020 se registró un caso en Nueva Zelanda donde un autobús en llamas avanza solo hasta chocar contra un árbol y provocar un incendio mayor. En esos casos lo recomendable es avisar a los servicios de emergencia con rapidez y alejarse del vehículo para evitar ser alcanzado por las llamas o herido en el caso de que el automóvil explosione.