Un hombre identificado como Harsingh Kolhi ha muerto aplastado en una estampida humana durante un reparto de harina en la localidad de Mirpur Jas, en la provincia de Sindh, en el sur de Pakistán, el sábado.
En las últimas semanas se han producido protestas por la falta de suministro de harina de trigo a precio regulado y el sábado en Mirpur Jas había gran expectación por el reparto de un nuevo cargamento, informa el diario paquistaní 'Dawn'.
Finalmente los cientos de personas que aguardaban desde hacía horas han asaltado los camiones que transportaban la harina nada más llegar al punto de distribución, el parque de Guilistan e Baldia, ante la incapacidad de los agentes desplegados para contener a la multitud. El fallecido, de 35 años, era padre de seis hijos.
La harina subsidiada se vende a 65 rupias el kilo (0,27 céntimos de euro), mientras que la de mercado libre se vende por entre 140 y 160 rupias el kilo.
Tras la muerte, la multitud enfurecida ha llevado el cuerpo hasta el club de prensa de la localidad donde se realizó una sentida protesta contra las autoridades responsables de la distribución de alimentos subsidiados por la falta de suministro.
Además, cortaron la carretera principal que lleva a Hiderabad colocando el cuerpo de la víctima mortal en el centro de la vía y coreando consignas contra las autoridades tanto provinciales como federales.
Los manifestantes responsabilizan de la subida del precio de la harina a un cártel de molineros que estarían compinchados con las autoridades de reparto de harina a precio regulado. Además denuncian que la harina subsidiada se vende ilegalmente a precio de mercado en los comercios locales.
La oposición ha criticado ya al gobierno local del Partido Popular de Pakistán (PPP) por hacer "arreglos meramente estéticos" ante las demandas de un mayor suministro de harina y han exigido medidas judiciales contra las autoridades del distrito.