La plaza de San Pedro del Vaticano ha acogido el funeral por el Papa Benedicto XVI, fallecido el 31 de diciembre. Por primera vez, ha sido otro pontífice, el Papa Francisco, el encargado de presidirlo. El acto es “solemne pero sobrio”, como quiso el propio Joseph Ratzinger. La reina Sofía y el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, ha asistido al funeral en representación de España. Un funeral con 130.000 fieles que han esperado una larga cola bajo la intensa niebla que caía en Roma para poder despedir a Joseph Ratzinger.
Durante tres días, la capilla ardiente por Benedicto XVI estuvo instalada en la basílica de San Pedro. Tras el funeral, el papa emérito es enterrado en la gruta de la Basílica de San Pedro, donde estuvo Juan Pablo II, en una ceremonia privada.
Se cierran las cortinas tras el feretro de Benedicto XVI en la Basílica de San Pedro. Ahora el papa emérito recibirá sepultura en el mismo lugar donde estuvo Juan Pablo II hasta que fue santificado.
El féretro de Benedicto XVI es retirado de la plaza de San Pedro para llevarlo al interior de las grutas vaticanas, donde recibirá sepultura, ya en una ceremonia privada.
El papa Francisco rocía agua bendita sobre el ataúd de Benedicto XVI y después incienso. El funeral va concluyendo.
El Papa Francisco ha reivindicado la "búsqueda apasionada" de Benedicto XVI por comunicar el Evangelio y ha instado a la Iglesia a "seguir sus huellas" en el funeral solemne que preside en la plaza de San Pedro del Vaticano, ante decenas de miles de fieles, y con el que se cierra una etapa de convivencia atípica de dos pontífices en el Vaticano.
"También nosotros, aferrados a las últimas palabras del Señor y al testimonio que marcó su vida, queremos, como comunidad eclesial, seguir sus huellas y confiar a nuestro hermano en las manos del Padre: que estas manos de misericordia encuentren su lámpara encendida con el aceite del Evangelio, que él esparció y testimonió durante su vida", ha señalado el Pontífice en la homilía de la misa.
La niebla cubre la plaza de San Pedro el día del funeral del Benedicto XVI, al que asisten miles de fieles, 130 cardenales, unos 400 obispos y 4.000 sacerdotes, así como representantes de diversos países, culturas y religiones.
El Papa Francisco lee la homilía en la misa funeral de Benedicto XVI.
Miles de personas, muchas de ellas con banderas de Baviera, región natal de Joseph Ratzinger, han hecho cola desde primera hora en los accesos predispuestos en la plaza de San Pedro con controles de seguridad para poder asistir al funeral de Benedicto XVI, presidido por el Papa Francisco en una ceremonia solemne oficiada por el cardenal decano, Giovanni Battista Re.
"Estoy triste, pero emocionado a la vez. Es un día grande para la Iglesia", ha señalado en declaraciones a Europa Press Emanuele que, aunque tiene 30 años y dice que su papa es Francisco, le tenía "mucho cariño". "Ha un sido un abuelo tierno para todos", ha declarado.
Unas 130.000 personas asisten a la misa funeral de Benedicto XVI. Cuando murió su predecesor, Juan Pablo II, un papa mucho más mediático y con un pontificado mucho más largo que el suyo, hubo un millón de personas en la plaza de San Pedro.
Josep Ratzinger solo duró 8 años en el cargo de papa al que el decidió renunciar.
El papa Francisco comienza el funeral por el papa emérito en latín deseando que "la paz sea con vosotros". Los fieles responden "y con tu espíritu".
El Papa Francisco llega a la Plaza de San Pedro, donde ocupará el lugar central. Francisco persidirá la ceremonia pero no la oficiará porque su estado de salud se lo impide. Una de sus rodillas no le permite permanecer de pie mucho tiempo.
El Vaticano no ha declarado día de luto oficial este jueves 5 de enero a pesar de ser el día en el que Francisco preside el funeral de su predecesor, Benedicto XVI, que falleció el pasado sábado 31 de enero a los 95 años y cuyos restos mortales serán enterrados en las grutas vaticanas, concretamente, en la tumba que perteneció a san Juan Pablo II hasta 2011, cuando fue trasladado a la capilla de San Sebastián en la superficie de la basílica de San Pedro.
En este sentido, las oficinas del Estado más pequeño del mundo están abiertas regularmente. Si bien se ha dado permiso a los empleados que así lo han querido a asistir a la misa funeral, que preside el Papa Francisco en la Plaza de San Pedro, han tenido que seguir garantizando el funcionamiento de todas las actividades de la Santa Sede, según ha informado el diario italiano Il Fatto Quotidiano.
De la misma manera, los Museos del Vaticano también están operativos y no hay banderas a media asta en señal de luto, cosa que sí ha decretado el gobierno de Italia.
Un grupo de doce sediarios, los antiguos portadores de la Silla Gestatoria de los Papas, han trasladado a hombros el féretro de Benedicto XVI hasta el altar predispuesto en la plaza de San Pedro, desde el que el Papa Francisco, acompañado por el cardenal decano, Giovanni Battista Re, celebrará su funeral este jueves 5 de enero. El secretario personal del papa emérito, Georg Ganswein y el maestro de ceremonias Litúrgicas Pontificias, Diego Giovanni Ravelli, han coloca el evangelio encima del féretro mientras los fieles rezan el rosario.
La Reina Sofía y los reyes de Bélgica son los tres monarcas que acudirán este jueves al funeral de Benedicto XVI, oficiado por el Papa Francisco junto a más de 120 cardenales, cerca de 400 obispos y unos 3.700 sacerdotes en la plaza de San Pedro del Vaticano, así como nueve jefes de Estado y cuatro primeros ministros.
En representación de Alemania, patria natal de Ratzinger, estará el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente de ese país, Frank-Walter Steinmeier, y por parte de Italia, el presidente Sergio Mattarella y la primera ministra Giorgia Meloni.
Entre los jefes de Estado que participarán en la ceremonia, estará el presidente de la República de Lituania, Gitanas Nauseda; el de Polonia, Andrzej Duda; el de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que ha decretado este jueves día de luto en el país luso; la de Eslovenia, Natasa Pirc Musar; el de Togo, Faure Essozinma Gnassingbe y la de Hungría, Katalin Novak.
En la lista de primeros ministros está el primer ministro de la República Checa, Petr Fiala; la de Gabón, Rose Christiane Ossouka Raponda; el primer ministro de Eslovaquia, Eduard Heger; y el lugarteniente del Gran Maestre y jefe de la Soberana Orden Militar de Malta, John Timothy Dunlap
Solo asisten de forma oficial las delegaciones de gobierno y presidencia de Italia y Alemania. El resto lo hacen a título personal.
El féretro con los restos mortales de Benedicto XVI es trasladado desde la Basílica hasta la plaza de San Pedro, donde se oficiará la misa funeral, inédita, presidida por el para Francisco. Antes de la misa se reza un Rosario, un rezo que durará unos 45 minutos.
El Vaticano entierra hoy a un papa sin trono en la Santa Sede. Benedicto XVI es el primer pontífice en más de 600 año, desde 1294, que no muere en el cargo porque él decidió renunciar.
Al menos ocho obispos españoles han confirmado que acuden hoy al funeral de Benedicto XVI y diferentes diócesis celebrarán misas esta semana en recuerdo del Papa emérito.
Desde la diócesis de Valladolid, acudirá al funeral del Papa emérito el cardenal arzobispo emérito de Valladolid, Ricardo Blázquez, que fue presidente de la Conferencia Episcopal Española. También asistirán el obispo de Vitoria, Juan Carlos Elizalde, y el arzobispo de Mérida-Badajoz, Celso Morga. Por parte de la diócesis andaluzas, los únicos prelados que acudirán serán el arzobispo de Sevilla, José Ángel Saiz Meneses, y el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández.
Todos ellos se sumarán al presidente, vicepresidente y secretario general de la Conferencia Episcopal Española, el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, y el obispo auxiliar de Toledo, César García Magán, respectivamente, que acudirán en representación de la CEE.
Otros cardenales han accedido ya a la basílica de San Pedro estos días para velar al papa emérito, como el cardenal Antonio Cañizares, arzobispo emérito de Valencia, que acudió este martes a la capilla ardiente para despedir al pontífice, con el que tuvo una relación cercana.
En todo caso, aunque no todos los obispos españoles asistan al funeral, lo que sí han organizado en sus diócesis son misas en recuerdo de Benedicto XVI.
La reina Sofía y el ministro de la Presidencia, Felix Bolaños, estuvieron ayer en la capilla ardiente de Benedicto XVI y hoy asistirán, a título personal, en la misa funeral.
Unas 200.000 personas han visitado la capilla ardiente de Benedicto XVII en los tres días que ha permanecido abierta antes de la misa funeral.
Desde las seis de la mañana se han abierto los accesos a la plaza de San Pedro del Vaticano para asistir al funeral de Benedicto XVI. Hay 100.000 asientos para los que no se han distribuido entradas. Basta con ponerse en la cola y pasar los estrictos controles de seguridad.
Tras él, Fray Vitale, se han cerrado las puertas de la capilla ardiente de Benedicto XVI. El último en despedirse de Benedicto XVI ha sido fray Vitale, un hombre con una discapacidad que obtuvo una dispensa especial del papa emérito para poder ser ordenado.