El peor de los finales se ha consumado en Vietnam. Las autoridades de Vietnam han declarado este miércoles muerto al niño de 10 años que cayó hace cuatro días en un pilón de cemento hueco de 35 metros de profundidad en una obra en la provincia sureña de Dong Thap.
El vicepresidente de la provincia, Doan Tan Buu, indicó que el niño Ly Hao Nam ha sido dado por muerto y que los trabajos se centran ahora en recuperar el cadáver para entregárselo a la familia, según el portal de noticias VNExpress. Thai Ly Hao Nam, de 10 años, fue a recoger chatarra en las obras de construcción de un puente en Dong Thap el pasado sábado junto a tres vecinos. Fue allí cuando cayó en el pilote de cemento hueco de apenas 25 centímetros de diámetro.
Las cámaras de seguridad de la construcción captaron el momento en el que el niño desaparecía súbitamente al caer mientras caminaba por el terreno irregular de la zona. Al inicio, se podía oír al niño pidiendo auxilio, pero dejó de reaccionar pasadas las horas. Tras remover parte de la tierra que rodea el pilón con la idea de extraerlo, los equipos abandonaron el plan ante la posibilidad de que este se rompiera, según VnExpress.
Los equipos de rescate, que incluyen a soldados, trataban hoy de colocar un pilar de acero de 1,5 metros de diámetro alrededor del pilote donde se encuentra atrapado el menor. El objetivo era lograr remover los restos de tierra en el fondo del pilón -cerrado por el extremo inferior- para reducir la fricción y posteriormente usar grúas y equipos especializados para levantar el pilar de cemento.
Desde que ocurrió el accidente, unos 350 rescatistas, entre ellos policías y bomberos, se desplazaron al lugar para rescatar al menor, bombearon oxígeno en el agujero para que pudiera seguir respirando y le enviaron agua.
En España también sufrimos la desolación del caso Julen que en enero de 2019 cayó también a un pozo. Todos sabían que las circunstancias en las que se produjo el suceso, –la caída de un niño de dos años por un pozo de 25 centímetros de diámetro y 107 metros de profundidad–, no dejaban mucha posibilidad al optimismo. Pero si había alguna, había que abrazarla porque todos los implicados en su rescate estaban, desde el primer momento, dispuestos a hacer lo imposible.
El esfuerzo descomunal de los efectivos implicados en la operación, con Totalán, Málaga, como epicentro, iniciaba tras conocerse el suceso, ocurrido aquel aciago 13 de enero en el que el niño correteaba por la finca en la que sus padres se encontraban junto a otra pareja antes de que tuviese lugar el terrible accidente.
El 26 de enero, 13 días después de la caída, tras el último desafío contra el terreno y las circunstancias, y tras varias microvoladuras para finalizar la galería horizontal, los guardia civiles certificaron que Julen no había sobrevivido.
En febrero de 2022 Marruecos quedó en estado de shock tras conocer la muerte del pequeño Rayan, un niño de 5 años que pasó más de 100 horas atrapado en el fondo de un pozo de 32 metros de profundidad. Las autoridades marroquíes confirmaban la muerte del niño de cinco años Rayan. En un primer momento se informó de que el niño había sido rescatado con vida, pero finalmente se confirmaba el fallecimiento del menor tras una compleja operación de rescate.