Las espinacas “alucinógenas” que han hecho saltar las alarmas en Australia
Varios lotes de esta verdura han sido retirados después de que más de 200 personas se hayan intoxicado y decenas hayan sido hospitalizadas
Mientras se investiga el incidente, algunos expertos apuntan a que malas hierbas de la familia de las solanáceas se han recolectado junto a las espinacas
Los síntomas de las personas intoxicadas incluyen delirios, alucinaciones, taquicardia, enrojecimiento facial o visión borrosa
La población de Australia se enfrenta a un extraño caso de intoxicación que ha hecho saltar las alarmas en toda la nación. Varios lotes de espinacas que se han distribuido en los principales supermercados del país han provocado que decenas de personas hayan tenido que ser hospitalizadas con distintos síntomas entre los que se incluyen alucinaciones, confusión y delirios. El producto, original de una granja del Estado de Victoria, está siendo retirado rápidamente de las estanterías para evitar que más personas se contaminen accidentalmente y otras lo hagan voluntariamente, atraídos por los efectos de la intoxicación.
Sólo en Nueva Gales del Sur alrededor de 165 personas han notificado síntomas tras haber consumido estas espinacas, de las cuales casi medio centenar han requerido atención médica. Alrededor de 30 personas han presentado signos en Queensland, incluido un niño que fue hospitalizado y dado de alta tras ser tratado. Más de 11 residentes en Victoria también han necesitado acudir a urgencias. En total, más de 200 personas han sentido los efectos de las verduras contaminadas.
MÁS
Entre los síntomas notificados figuran delirio o confusión, alucinaciones, pupilas dilatadas, taquicardia, enrojecimiento facial, visión borrosa y sequedad de boca. Ante la avalancha de casos registrados durante el fin de semana, el viceministro de Sanidad, Ged Kearey, intentó dar tranquilidad a la población e instar a la personas que sospechen estar intoxicadas a que contacten con las autoridades. “Insto a cualquier persona que se sienta mal y que pueda haber consumido productos afectados a que busque atención médica de inmediato y se ponga en contacto con el Centro de Información sobre Venenos”, afirmó. “Nos estamos comunicando frecuentemente con los organismos reguladores mientras prosiguen sus investigaciones. Se seguirán tomando todas las medidas necesarias para mantener a salvo a la población”.
Podría tratarse de belladona
El ministerio de Sanidad y los departamentos de Salud de los Estados han intervenido para retirar las espinacas procedentes de la granja victoriana, Riviera Farms, de los principales supermercados del país. Desde la empresa agrícola se han apresurado a tomar medidas para evitar que se produzcan más casos de envenenamiento. “Tan pronto como uno de nuestros clientes nos informó de la posible contaminación por malas hierbas, les aconsejamos inmediatamente que retiraran de sus estantes las espinacas afectadas y nos pusimos en contacto con las autoridades sanitarias y alimentarias federales”, declaró un portavoz. “Riviera Farms ha estado sirviendo a la comunidad australiana durante cinco generaciones y nuestro personal trabajará con los reguladores para identificar lo que sucedió, quién fue impactado, y cómo podemos asegurarnos de que nada como esta contaminación de malezas puede ocurrir de nuevo”, aseguró.
Aunque aún se están llevando a cabo investigaciones, las primeras cábalas apuntan a que las malas hierbas fueron recolectadas y fueron procesadas como si fueran espinacas. Entre la amplia gama de plantas salvajes tóxicas, algunos expertos advierten que podría tratarse de belladona, perteneciente a la familia de las solanáceas. Entre las propiedades que contienen se encuentra la atropina, un alcaloide tóxico que se emplea en medicina para dilatar las pupilas de los ojos. Ese es precisamente uno de los síntomas de envenenamiento que han sufrido las personas contaminadas.
“Es probable que se trate de una belladona. Cuando son jóvenes, no son más que unas pocas hojas de color verde oscuro que probablemente no difieren mucho de las espinacas. Ahora se cosechan todas estas verduras de hoja verde a una edad muy temprana, a veces puede ser bastante difícil identificarlas”, aseguró el doctor Brett Summerell, científico jefe del Real Jardín Botánico de Sídney a The Guardian, quien también advirtió a determinados estratos de la población a que no fueran en busca de un “colocón barato” al tratar de consumir la planta o las espinacas contaminadas. “La gente puede tener la tentación de salir a recoger hierba pensando que obtendrá algún tipo de subidón. Es muy importante recordar que sí, que puede haber un lado alucinógeno en esto, pero hay un montón de problemas de salud realmente horribles”, apuntó.
Las lluvias o la escasez de personal, los culpables
Otros expertos culpan a las intensas lluvias de este año y a las constantes inundaciones como la causa principal de la proliferación de malas hierbas en los cultivos. Añaden que son “muy difíciles de controlar” durante la fase de cultivo y de recolecta, especialmente si se tienen en cuenta otros factores como la experiencia de los agricultores o la carga de trabajo que soportan. Según una encuentra publicada por el ministerio de Agricultura, Pesca y Bosques, el número total de trabajadores utilizados por las granjas hortícolas australianas ha disminuido en un 20% en los últimos 3 años. Esta disminución se debe en gran medida al descenso del 66% en personal contratado en el extranjero, en su mayoría personas que forman parte del programa Working Holiday Maker (permite a los jóvenes adultos disfrutar de 12 meses de vacaciones, durante los cuales pueden realizar trabajos y estudios de corta duración) y algunos de la Visa Temporal de Escasez de Habilidades (visado que permite a las empresas hacer frente a la escasez de mano de obra australiana mediante la contratación de trabajadores extranjeros cualificados). A pesar de la disminución en el uso de mano de obra, la producción hortícola australiana aumentó alrededor del 3% en los últimos tres años. Una de las razones esgrimidas por la encuesta gubernamental que explican este fenómeno ha sido la capacidad de las granjas para “maximizar el uso de los trabajadores disponibles, para ajustar los sistemas de producción y las prácticas de gestión”.
Está por ver lo que determinan las investigaciones y qué ha fallado para que más de 200 consumidores australianos se hayan intoxicado por comer espinacas.