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Siete detenidos en Ecuador tras irrumpir en un hospital y tomar rehenes. Al parecer, pretendían asesinar a un miembro de una banda rival. La Policía ha logrado reducir a los delincuentes sin que haya habido que lamentar víctimas. Tras este incidente, el Gobierno de Lasso ha defendido su compromiso para combatir la violencia, también dentro de las cárceles. Hace menos de diez días, murieron diez personas durante un traslado de presos.
El Gobierno ha informado de que siete hombres "fuertemente armados" irrumpieron en el hospital Napoleón Dávila, en la localidad ecuatoriana de Chone, situada en el norte del país, en torno a las 20.00 (hora local) del domingo. Pretendían matar a un delincuente identificado con el alias de Cara Sucia, a quien hirieron de bala hace unos días.
Las imágenes dan cuenta de los momentos de pánico vividos por sanitarios y pacientes. Los delincuentes salieron armados a la puerta del hospital con una enfermera como rehén y los sanitarios cargaban en brazos a los enfermos.
La Policía acordonó la zona y entró en el hospital, inaugurado el año pasado. Lograron entrar y neutralizar a los delincuentes y los esposaron en el suelo.
El ministro del Interior, Juan Zapata, ha explicado en un comunicado que las fuerzas de seguridad, "sin un solo tiro", lograron zanjar el ataque y "someter" a los delincuentes, según el diario ecuatoriano 'El Universo'.
Tanto el ministro como el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, han aplaudido el "notable trabajo" de la Policía. "Esas son nuestras fuerzas del orden: listas para defender a la ciudadanía. Situación bajo control", ha destacado Lasso en Twitter.
La provincia de Manabí linda con la de Esmeraldas, una de las cuatro que permanecen bajo estado de excepción tras la creciente ola de violencia en varios puntos de Ecuador. El Gobierno de Lasso ha defendido su compromiso para combatir la violencia, también dentro de las cárceles.