La conmoción es total en la pequeña población francesa de Tonneins. La violación y el asesinato de Vanesa, una adolescente española de solo 14 años, ha sacudido a la localidad. Equipos de psicólogos están atendiendo a sus allegados y se ha convocado una gran concentración de protesta para este viernes. Su asesino confeso, Romain, le ha dicho a la Policía que la escogió al azar. En Granada, sus vecinos recuadan dinero para ayudar a la familia.
La montaña de flores a la puerta del colegio de Vanesa en Tonneins no ha logrado enterrar el dolor. Un equipo de diez médicos y psicólogos atiende desde hoy a su familia, a sus compañeros y a los profesores.
“Lo ocurrido es algo inimaginable”, señala un padre a la puerta del colegio, el mismo lugar donde su verdugo la engañó para que subiera a su coche.
“Sin palabras” confiesa estar otra madre que acude a dejar a sus hijos al centro.
Hay llantos, hay preguntas que hay que responder a los alumnos, compañeros de Vanesa, cuentan desde la dirección del centro. Pero, sobre todo, hay consternación.
Una pareja de andaluces que vive en la zona se ha acercado emocionada hasta el colegio de Vanesa. Y, desde Colombia, su prima la describe como alegre y confiada.
El asesino, de treinta y un años, está en prisión provisional. Escogió a Vanesa, según él, al azar cuando salía del colegio. La violó y después la estranguló. Dejó el cadáver en una casa abandonada a las afueras del pueblo.
Hasta allí llevó a la policía cuando se presentaron en su casa. “Sé a que habéis venido”, les dijo.
Romain está casado y ha sido padre recientemente. Ya fue detenido cuando tenía quince años por agresión sexual pero al ser menor apenas estuvo entre rejas. Solo dos años de libertad vigilada, según algunos medios galos.
En el barrio de Granada, donde la familia de Vanesa vivió durante muchos años antes de mudarse a Francia en busca de trabajo, no se pueden creer lo ocurrido.
Vecinos y allegados recaudan dinero para la repatriación del cadáver.