Quién es Richard Fierro, el héroe que evitó una matanza en un pub de Colorado

"No sé exactamente qué hice, solo entré en modo de combate". El estadounidense Richard Fierro, un veterano condecorado en Irak y Afganistán, no imaginó que su experiencia militar sería clave para evitar una matanza en un club LGTBIQ de Colorado Springs. El pasado sábado se encontraba celebrando un cumpleaños junto a su familia y amigos cuando Anderson Lee Aldrich, un joven de 22 años, irrumpió armado durante un espectáculo de drag queens.

Fierro, que sirvió durante 15 años en el Ejército de Estados Unidos, ha relatado que oyó disparos y rápidamente se levantó de la mesa y fue a por el sospechoso, que se dirigía a un patio donde se refugiaban decenas de clientes. Cuando llegó hasta él, lo agarró por una tira del chaleco antibalas que llevaba puesto, lo tiró al suelto y se abalanzó sobre él. "Tenía que matarlo antes de que nos matara a todos", ha explicado.

Aldrich llevaba un rifle, que intentó quitárselo sin éxito, y una pistola. "Le quité el arma de la mano y comencé a golpearlo en la cabeza, una y otra vez", ha explicado al diario The New York Times. Un cliente logró arrebatarle el fusil al asaltante y una artista drag pisoteó al pistolero con sus tacones altos. Cinco personas murieron y una veintena resultaron heridas.

"No soy un héroe", asegura Fierro. "Solo soy un tipo de San Diego". Su rápida actuación evitó una matanza mayor, pero entre los fallecidos, el novio de su hija, Raymond Green Vance. Fierro confesó que cuando llegó la Policía pensó que había matado al atacante, que fue reanimado por los servicios sanitarios, mientras los agentes esposaron y retuvieron a Fierro durante una hora, hasta que se aclaró lo sucedido ya que empuñaba el arma.

El detenido ha sido imputado por cinco cargos de asesinato y otros tantos de lesiones, mientras se investiga si fue un ataque dirigido contra la comunidad LGTBI. La Fiscalía cree que actuó supuestamente solo y disparó de forma indiscriminada a los clientes del club. La orden de arresto permanece bajo secreto, ya que la juez entiende que su difusión puede poner en peligro las investigaciones en curso, según NBC News.

Aldrich permanece hospitalizado y, por el momento, no se ha fijado ninguna posible fecha para su primera comparecencia ante el juez, fase en la que podrían cambiar las acusaciones. Tampoco están claras sus motivaciones, aunque las autoridades no descartan que se tratase de un delito de odio.