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Margarita de Dinamarca se convirtió, a los 82 años y tras la muerte de Isabel II, en la monarca europea más veterana en el trono. La pandemia de coronavirus, primero, y el fallecimiento de la reina de Inglaterra, después, obligaron a retrasar y simplificar las celebraciones por el 50 aniversario de su reinado. Los festejos de este Jubileo, que se estrenó en enero, concluyen este sábado en plena controversia por el anuncio de la monarca de que retirará los títulos a cuatro de sus nietos. Los actos reúnen a la familia en público por primera vez desde que estalló la polémica, hace mes y medio.
La reina danesa ha cumplido medio siglo en el trono con un alta popularidad (tiene un apoyo en torno al 80% que se ha mantenido estable en las últimas décadas). Amante de las artes y la arqueología, políglota (habla cinco idiomas) y culta (tradujo a la filósofa feminista Simone de Beauvoir), le gusta mantenerse activa. Fumadora empedernida, cuentan que aunque dejó el tabaco en público nunca lo ha hecho en privado. Y no deja de sorprender. El año pasado fichó por Neftlix para diseñar la escenografía y el vestuario de la película Ehrengard, dirigida por Bille August y basada en un libro de la también danesa Karen Blixen, la autora de la célebre Memorias de África.
Daisy, como la llaman familiarmente, nació una semana después del comienzo de la ocupación de Dinamarca por parte de la Alemania nazi (en 1940).
Hija de los reyes Federico IX e Ingrid, fue la primera de tres hermanas. En esa época, solo un varón podía acceder al trono. Pero tras un referéndum y un cambio de ley, ella pudo hacerlo en 1972.
Margarita II comunicó el pasado septiembre que, como otras familias reales, quería reducir el tamaño de la monarquía danesa "a tono con los tiempos" para proteger la institución en el futuro. Anunció, así, que despojará de sus títulos a cuatro de sus nietos, los hijos que tuvo Joaquín de Dinamarca en sus dos matrimonios. "Será bueno para su futuro", afirmó la monarca. Los príncipes Nicolás, Félix, Henrik y Athena (de 23, 20, 13 y 10 años respectivamente) dejarán de ser tratados como altezas reales (pasarán a ser excelencias) a partir del 1 de enero de 2023.
Joaquín de Dinamarca no ha recibido nada bien esa decisión. "Estamos todos muy tristes. Nunca es agradable ver a tus hijos siendo maltratados así. Ellos se encuentran en una situación que no entienden", ha asegurado.
Ante esas palabras de su hijo, la reina Margarita emitía un comunicado en el que pedía perdón: "He tomado mi resolución como reina, madre y abuela, pero como madre y abuela he subestimado hasta qué punto mi hijo menor y su familia se sentirían afectados. Me ha causado una gran impresión y lo siento". Nadie debería poner en duda que mis hijas, mis nueras y nietos son mi gran alegría y orgullo. Ahora espero que como familia podamos hallar la paz para encontrar nuestro camino en esta situación", añadía. Su decisión, sin embargo, se mantiene en firme.
Por su parte, el heredero al trono, Federico de Dinamarca (que tiene cuatro hijos con la australiana Mary Donaldson) ha apoyado públicamente la medida. "Mi madre ha tomado esta decisión sola (...) y la veo como correcta", ha dicho. Y ha proclamado que también está a favor de que una monarquía "se renueve o al menos se reduzca con el tiempo".
Tras pasar su infancia en Copenhague, la entonces princesa Margrethe Alexandrine estudió en el extranjero (en Cambridge, Londres y la Sorbona). Realizó cursos de Arqueología, Ciencias Política y Economía. Siempre ha cultivado su faceta más artística. Es miembro honorario de la Asociación de Escenógrafos Daneses. Además de su última colaboración con la película Ehrengard, ha realizado diseños en otras obras como La reina de las nieves (año 2000), Los cisnes salvajes (2009) o El cascanueces (2017).
A la reina le gusta pintar, bordar, confeccionar patrones, elegir colores... Actualmente, por ejemplo, exhibe sus bordados en un museo. Escribe relatos con el seudónimo (Ingahild Grathme); ilustra libros (como la versión danesa de El señor de los anillos de Tolkien) y esboza sellos postales. En ocasiones, ella misma viste sus propios diseños.
Enviudó de su esposo, el príncipe Henrik, en 2018. Siempre ha asegurado que no se plantea abandonar sus funciones como jefa de Estado. "Me quedaré en el trono hasta que me caiga", ha afirmado.