El anillo de boda perdido que apareció tras el paso del huracán Ian

Ashley Garner es una mujer estadounidense que perdió su anillo de boda días antes de que el huracán Ian atravesara la costa suroeste de Florida y contra todo pronóstico y tras perder la esperanza, el anillo apareció entre los destrozos provocados por el huracán más temido de la historia de Estados Unidos.

La joven vive en Fort Myers, una de las ciudades más gravemente arrasadas por el huracán que ha sufrido graves daños tras las inundaciones , como la devastación de los muelles de Cherry Grove en North Myrtle Beach y el de Pawley Island. Ashley buscó el anillo junto a su marido y sus tres hijos durante dos días por todos los rincones de la casa, pero no lograron encontrarlo: "Simplemente acepté que había desaparecido", comentó la joven.  Además, el ciclón estaba cerca, por lo que decidieron dejar de buscar y prepararse para la tormenta: "Es sólo un objeto. Es reemplazable, y lo dejé ir. Sabíamos que el huracán se acercaba, así que de cierta forma me despedí de él".

El ciclón arrasó Florida con vientos de más de 150 mph (millas por hora) y aunque afortunadamente no provocó daños en las casas o en otros sitios del vecindario de Ashley, cientos de árboles y arbustos fueron destrozados y desperdigados por el mismo. Los vecinos salieron a recoger los destrozos que obstruían partes de la calle tras complicarse los servicios de emergencia de la ciudad . Cuando la tormenta pasó y ya se encontraban fuera de peligro, la familia salió a limpiar la suciedad y se llevaron una grata sorpresa.

Su marido, Blake, se encontraba recogiendo las ramas que cubrían el exterior del garaje: “llevábamos unos 10 minutos de limpieza” cuando se movió y Ashley detectó algo: “Hay una pila de arbustos y árboles, y él se mueve sobre una, y el anillo estaba justo allí”, explicó. Tras el misterioso e inesperado hallazgo, la joven se sentó en la acera y pensó en que Dios se lo había mandado de vuelta como indica a través de sus redes sociales. “Recé a Dios y le agradecí que nos diera una señal de esperanza para la comunidad".

El huracán ya ha provocado más de 77 muertes y hasta el momento se registran al menos 1.100 rescates realizados por la Guardia Costera del sudeste de Estados Unidos. El presidente Joe Biden visita las zonas afectadas  y lo califica como “el más devastador de la historia de Florida”. La NASA también ha sufrido consecuencias por el huracán ya que se ha visto obligada a retrasar el lanzamiento de la misión Artemis 1, prevista para el pasado 29 de agosto, a principios de noviembre.