El emotivo encuentro entre algunos comandantes de Azovstal con sus familiares tras meses de cautiverio
Algunos comandantes de Azovstal se han podido reunir con sus familias en Turquía
Han resistido un largo cautiverio en la planta siderúrgica de Mariúpol, la acería convertida en el símbolo de la resistencia de Ucrania
El soldado ucraniano Mykhailo Dianov sobrevivió al "cautiverio ruso": la imagen del antes y el después
Algunos comandantes de Azovstal se han podido reunir con sus familias en Turquía, donde les ha recibido, además, Olena Zelenska, la mujer del presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. Abrazan y besan, por fin, a sus hijos y mujeres tras meses de cautiverio.
Las imágenes hablan por sí solas. Los niños corren a abrazar a sus padres tras un largo cautiverio en la planta siderúrgica de Mariúpol, la acería convertida en el símbolo de la resistencia de Ucrania frente a la invasión rusa.
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El invierno de Azovstal tras el asedio ruso
"Si hay un infierno en el mundo, es en Azovstal", llegó a decir en mayo Petro Andriushchenko, asesor del alcalde de Mariúpol. Allí, quedaron atrapados unos 2000 soldados ucranianos.
Tras el asedio ruso, la mayoría del personal militar ucraniano fue hecho prisionero por los rusos en Mariúpol y sus alrededores y fueron torturados y condenados a la muerte. Entre los heridos, algunos quedaron mutilados y con el rostro desfigurado.
"Con particular crueldad, se les aplicó tortura a los oficiales de las Fuerzas Armadas y a los combatientes del destacamento de fuerzas especiales de Azov", explicó la defensora del pueblo Denisova.
Aseguraba entonces que fueron puestos de rodillas, golpeados con la culata de una ametralladora en los dedos de los pies y sufrieron heridas abiertas. También usaron tenazas y sogas para tratar de estrangularlos. Además, los torturaron con corriente eléctrica, los golpearon con martillos y les dieron patadas.
En septiembre, Ucrania logró llevar a cabo un importante intercambio de prisioneros con Rusia entre los que había muchos combatientes que defendieron la planta de Azovstal. Lo hicieron por un solo hombre, el líder opositor prorruso Viktor Medvedchuk, aliado de Vladímir Putin.