Un profesor de primaria, despedido por ver pornografía mientras daba clase en remoto
David Chidlow, un profesor de primaria de Kent (Inglaterra) de 59 años, ha sido despedido por ver contenido para adultos
Accedió hasta 74 veces a un sitio web con contenido pornográfico mientras daba clase en remoto
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David Chidlow, un profesor de primaria de Kent (Inglaterra) de 59 años, ha sido despedido por visualizar en el ordenador pornografía mientras daba clase a sus alumnos de forma remota.
Una audiencia disciplinaria formal llevada a cabo por Agencia de la Regulación de la Enseñanza en mayo de 2021 ha decidido declarar a David Chidlow culpable de mala conducta profesional e inaceptable. Además, han instado a la secretaría de Estado que le prohíban enseñar.
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Accedió hasta 74 veces a un sitio web con contenido para adultos
La investigación del profesor, que llevaba trabajando en la escuela Maidstone Gramar desde septiembre de 2018, comenzó en febrero de 2021, cuando el software de monitoreo de la escuela detecto las palabras ‘me quito la vida’ en el dispositivo de un miembro del personal de la escuela, según publica el diario británico Daily Mail.
Entonces, también se detectó que Chidlow había estado accediendo a un sitio web de contenido para adultos desde el portátil de la escuela entre febrero y marzo de 2021. Lo hizo hasta 74 veces durante el horario escolar. Además, detectaron que había borrado el sitio web del historial de navegación.
En la audiencia realizada por la Agencia de la Regulación de la Enseñanza dos meses después, el profesor admitió que buscaba imágenes y se comunicaba por correo electrónico con mujeres del sitio web para obtener una gratificación sexual. Lo hacía mientras daba lecciones en remoto, reconoció.
Los miembros de la audiencia señalaron que 'había demostrado cierta perspicacia en sus acciones' pero no creían que 'expresara remordimiento' con respecto a los alumnos, la escuela o la profesión docente. Por ello, han recomendado que no se considere un periodo de revisión tras el que se pueda impugnar la decisión.
Sarah Buxcey, en nombre de la Secretaría de Educación, le declaró culpable de su conducta y considera “proporcional” que se emitiese una orden de prohibición de la enseñanza contra este profesor: “En mi opinión, es necesario imponer una orden de prohibición para mantener la confianza pública en la profesión. Estoy particularmente consciente del hallazgo de deshonestidad en este caso y el impacto que tal hallazgo tiene en la reputación de la profesión”.