El presidente ruso, Vladimir Putin, recibe presiones para activar la maquinaria nuclear ante los fracasos en Ucrania
El presidente ruso, Vladimir Putin, recibe presiones para activar la maquinaria nuclear ante los fracasos en Ucrania
La OTAN alerta de la movilización del submarino ruso Belgorod, portador de la conocida como arma del Apocalipsis
El Tribunal Constitucional de Rusia respalda la anexión de los cuatro territorios ocupados en Ucrania
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, recibe ya algunas presiones, ante los fracasos en Ucrania, para activar la maquinaria nuclear. La preocupación aumenta debido a la capacidad armamentística del Kremlin a la espera de que el mandatario se pronuncie o tome una decisión. De momento, y tras la liberación de la ciudad de Limán por parte de las tropas ucranianas, guarda silencio.
La incógnita es saber cómo reaccionará un Putin en apuros, cercado internacionalmente y cuyo índice de popularidad sufre la mayor caída en dos décadas. No obstante, cabe destacar que es el gobernante con más armas nucleares a su disposición, entre 4.500 y 6.000 ojivas según distintas fuentes.
MÁS
Kadirov insta a usar armas nucleares de baja potencia
El presidente de la república rusa de Chechenia, Ramzan Kadirov, ha emplazado al presidente ruso, Vladimir Putin, a utilizar armas nucleares de baja potencia en Ucrania en respuesta a los retrocesos militares de las fuerzas rusas en el este del país.
Para el líder checheno, "no hay que tomar cada decisión con un ojo puesto en la comunidad occidental estadounidense". "Ya se ha hecho y ha ido en nuestra contra. Ayer fue un desfile en Izium, hoy una bandera en Limán y ¿qué será mañana?", ha planteado.
Kadirov ha responsabilizado al coronel general Olexander Lapin de la toma de la ciudad de Limán, en la región de Donetsk, por parte de las fuerzas ucranianas. Kadirov ha indicado que Lapin ha enviado a combatientes de la República Popular de Lugansk y otras unidades "sin las comunicaciones, suministros y munición necesarios".
Además ha reprochado a Lapin el haber trasladado su cuartel general a Starobilsk, a 100 kilómetros de la tropa. "¿Cómo puedes dirigir a tus unidades estando a 150 kilómetros? Hoy hemos perdido una gran cantidad de territorio por la falta de una logística militar elemental", ha apuntado.
Kadirov ha asegurado que hace ya dos semanas sabían que Limán era un objetivo fácil, pero el jefe del Estado Mayor ruso, Valeri Gerasimov, "confiaba en el talento y liderazgo de Lapin".
"Si dependiera de mí degradaría a Lapin a soldado raso, le retiraría sus medallas y le enviaría al frente con una ametralladora en la mano para limpiar su vergüenza con sangre", ha afirmado.
La OTAN alerta de la movilización del submarino Belgorod
La OTAN ha remitido una nota de inteligencia a sus países miembros en la que alerta de la movilización del submarino nuclear ruso K-329 Belgorod, portador del misil nuclear Poseidón, también conocido como el arma del Apocalipsis, ha informado este domingo el diario italiano La Repubblica.
El nuevo submarino fue botado en julio y ahora se habría sumergido en aguas del Ártico tras su posible implicación en el sabotaje de los gasoductos Nord Stream, según distintas fuentes extraoficiales.
La Alianza Atlántica teme que su misión sea ahora realizar una prueba del supertorpedo Poseidón, un proyectil con capacidad para desplazarse hasta 10.000 kilómetros bajo el agua y luego hacer explosión cerca de la costa para causar un tsunami radiactivo.
El torpedo nuclear fue presentado en 2018 por Rusia como la vía para garantizar la supremacía militar rusa, aunque los expertos nucleares han argumentado que se puede lograr el mismo efecto con un misil intercontinental como los que están en funcionamiento desde la década de 1960.
Estados Unidos ha activado la red de satélites para hacer el seguimiento de torpedos que aprovecha el gran calor que desprenden los proyectiles cuando se activan. Pero no son capaces de detectarlos bajo el mar.
El Belgorod tiene 184 metros de eslora y 15 de manga y puede viajar a unos 60 kilómetros por hora bajo el agua. Se estima que puede pasar hasta 120 días sin tener que regresar a la superficie.