Hasta 28.000 euros por un billete: el miedo al cierre de fronteras en Rusia aumenta la demanda de vuelos privados

Desde que el presidente Vladimir Putin ordenara hace una semana la "movilización parcial" de reservistas para combatir en Ucrania, más de 320.000 rusos han huido del país por tierra y aire. Un éxodo que parece tener los días contados. El Gobierno planea cerrar las fronteras para los hombres en edad de luchar, algo que podría anunciar esta misma semana. El temor a no poder huir del país ha aumentado la demanda de asientos en aviones privados .

"La situación en este momento es de locos", afirma Yevgeny Bikov, director de la compañía Your Charter, en una entrevista a The Guardian. "Recibíamos 50 solicitudes al día, ahora rondan las 5.000", añade. Los destinos más demandados: Armenia, Turquía y Azerbaiyán, países donde los ciudadanos rusos no necesitan visado para entrar. Según el diario británico, los clientes están pagando entre 22.000 y 28.000 euros por un asiento en un avión privado, mientras que el precio de alquilar de un avión de ocho plazas oscila los 90.000 y 150.000 euros. Un billete en un vuelo comercial a la capital de Armenia, por ejemplo, supera los 3.000 euros.

 "La demanda ha aumentado 50 veces", afirma Eduard Simonov, director de la empresa FlightWay, que ofrece vuelos privados. El problema al que se enfrentan, además, es la oferta limitada de aparatos por las sanciones impuestas por la UE y Estados Unidos tras la invasión rusa de Ucrania el pasado 24 de septiembre. Las compañías aéreas rusas no pueden adquirir aeronaves, piezas de recambio o equipos para su flota y no pueden realizar las reparaciones o inspecciones técnicas necesarias, entre otras sanciones impuestas. "Hay más demanda que oferta ahora y los precios están por las nubes si los comparamos con hace seis meses", afirma Simonov al diario británico.

Fletar un vuelo para toda la plantilla

El perfil del cliente ha cambiado: ya no es un hombre rico de negocios. Las empresas del sector coinciden en que la mayoría no había volado antes en avión privado. "Hay muchos a los que les quedó algo de dinero extra y están buscando cómo escaparse". Según el medio ruso Kommersant, una empresa de diseño de videojuegos en Moscú llegó a fletar un vuelo completo para sacar a los empleados del país.

El éxodo de los ricos y poderosos de Rusia alimenta en parte la ira de las regiones más pobres, que denuncian movilizaciones masivas de sus ciudadanos. No ayuda tampoco comportamientos como el de Nikolai Peskov, víctima de una broma telefónica. El hijo del portavoz del presidente Putin aseguró que movería los hilos para evitar unirse a filas tras recibir una supuesta llamada de un oficial militar. "Debe comprender que, si soy el señor Peskov, no es del todo correcto que yo esté allí", afirmó el hijo de Dimitri Peskov al presentador de un programa de radio.

¿Construcción de una valla en la frontera con Finlandia?

El aumento del flujo migratorio por carretera ha aumentado, sobre todo, en la frontera con Georgia. Las llegadas de rusos han subido al menos un 40 por ciento desde el anuncio de la movilización y las autoridades locales estiman que, cada día, unos 10.000 ciudadanos rusos cruzan hacia su territorio. Las filas para salir superaban este lunes los 30 kilómetros. Kazajistán, por su parte, ya ha recibido a unos 100.000 rusos desde el 21 de septiembre, cuando Putin ordenó la primera movilización de la población desde la Segunda Guerra Mundial.

La Guardia Fronteriza finlandesa se ha planteado la construcción de una valla que cubriría unos 260 kilómetros para reforzar las zonas consideradas de mayor riesgo, la frontera se extiende por unos 1.300 kilómetros, dentro de un plan más amplio para facilitar las labores de vigilancia. Sólo el lunes, llegaron a Finlandia más de 7.700 ciudadanos rusos, según las estadísticas de la Guardia Fronteriza, que detecta un descenso con respecto al "pico" de llegadas que supuso el fin de semana. "La mayoría siguen hacia otros países", ha explicado este martes la institución en sus redes sociales.