Carlos III lleva poco tiempo en el trono, pero hemos podido ver ya un par de anécdotas con las plumas estilográficas que han dejado al descubierto su peculiar carácter. Por ello, el monarca ha decidido llevar a las firmas su propia pluma. No obstante, con el fin de evitar polémicas, una ciudadana de Cardiff, la capital de Gales, regaló un bolígrafo al rey británico mientras le decía que "por si acaso".
Carlos III estaba saludando a la multitud congregada ante la catedral de Llandaff cuando una mujer alargó la mano para entregarle el curioso regalo. El soberano lo tomó con mucho humor. De hecho, reaccionó riéndose y aceptando el detalle.