El Gobierno de Hungría obliga a las embarazadas que quieran interrumpir su estado de gestación y para ello, va a obligarlas a escuchar el latido del corazón del feto antes de proceder al aborto. El decreto entró en vigor en el país este jueves 15 de septiembre. El aborto en Hungría es legal desde los años 50, en la mayoría de los casos hasta la semana 12 de gestación. Hungría se une así a la lista de países con nuevas restricciones sobre el aborto. El pasado mes de junio, el Tribunal Supremo de Estados Unidos eliminó el derecho federal al aborto en el país.
El partido de extrema derecha Mi Hazank, que fue el responsable de proponer la iniciativa, acogió con satisfacción el hecho de que "las madres vayan a escuchar el latido del feto", aunque el texto no lo diga explícitamente. "Durante al menos unos segundos, la madre podrá escuchar al feto antes de que se realice el aborto", dijo la diputada Dora Duro en Facebook. Así lo recoge La República.
La ONG Amnistía Internacional señala la medida de "preocupante retroceso". Esta decisión, tomada "sin ninguna consulta", hará "más difícil el acceso al aborto" y "traumatizará aún más a las mujeres que ya se encuentran en situaciones difíciles", declaró a AFP su portavoz, Aron Demeter.
Desde que volvió al poder en 2010, Viktor Orban ha multiplicado las medidas de control de la natalidad orientando a su partido político, el Fidesz, hacia una visión cada vez más conservadora y religiosa. Desde la entrada en vigor de una nueva constitución a principios de 2012, Hungría defiende "la vida del feto desde la concepción".
El Tribunal Constitucional polaco dictaminó en 2020 la inconstitucionalidad de los abortos en el supuesto de malformaciones congénitas irreversibles, lo que desencadenó protestas. Tras la sentencia, solo es legal el aborto en Polonia en caso de riesgo para la vida de la madre o en casos de embarazo como consecuencia de un acto ilegal como la violación o el incesto.
En el año 2021, se produjeron una multitud de protestas en toda Polonia tras la muerte de Iza, una mujer embarazada de 30 años a la que se le negó el aborto, a pesar de que el feto presentaba graves anomalías. Miles de personas se manifestaron por todo el país contra la ley del aborto después del fallecimiento de la mujer que, según su familia, se podía haber evitado. Murió debido a un shock séptico tras la oposición a interrumpir el embarazo de un hospital de la ciudad de Pszczyna, en el sur del país.