¿Por qué el ataúd de Isabel II está forrado de plomo?
El ataúd de Isabel II está fabricado en roble inglés y forrado de plomo, pero además fue fabricado hace más de 30 años
La alfombra que se utilizará en el funeral de la reina Isabel II es española
Última hora de la muerte de Isabel II: su féretro, velado en la intimidad en el palacio de Buckingham
Cada día se publican los detalles sobre el funeral de Isabel II, que se celebrará el próximo lunes. El ataúd de Isabel II está hecho de roble inglés y forrado de plomo. La curiosidad sobre el féretro incluye que fue fabricado hace más de 30 años, según ha publicado el diario The Times. La pregunta sin embargo, surge casi natural : ¿por qué estos materiales para revestir el féretro?
El ataúd de la difunta Isabel II es idéntico al de su marido, el príncipe Felipe, fallecido en abril de 2021 porque se colocará, junto al de él, en una cripta y no se enterrará. El plomo del revestimiento de la caja garantizará la hermeticidad necesaria, según informó el periódico británico, que publica más detalles sobre el tema.
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La casa real británica contrató los servicios de la empresa funeraria londinense Leverton and Sons, que ha sido la encargada de las exequias reales desde 1991 cuando recibieron el encargo, ya tenían los ataúdes para la reina ISabel II y su consorte y no sabían cuándo ni quién lo había fabricado, pero ya eran dos iguales y con las mismas características.
Un ataúd con asas de latón y sin apertura para ver el rostro de la difunta reina Isabel II
Los fabricantes aseguraron que "es de roble inglés, que es muy difícil de encontrar" y muy caro. Tiene las asas de latón diseñadas específicamente para los ataúdes reales, al igual que la tapa, que debe soportar las insignias de la monarquía. "No es algo que se pueda hacer en un día", aseguró Leverton a The Times.
El ferétro no tiene apertura por lo que nadie podrá ver la cara de la reina difunta. Estará cubierto con un estandarte, emblema de la monarquía que por lo general se izaba en Buckingham, Sandrigham o Windsor, según el lugar donde se encontrara la monarca.
Sobre el féretro se colocarán también dos insignias reales, el cetro y el orbe, un globo terráqueo rematado por una cruz que simboliza el mundo cristiano.