Mikayla Sullivan, de 6 años, no puede hablar ni caminar tras contagiarse del coronavirus: era una niña sana
La madre de Mikayla Sullivan, de 6 años, ha compartido su historia después de que la niña se contagiase del coronavirus
La pequeña, que no tenía problemas de salud antes, lucha por andar otra vez y sigue sin poder hablar
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Mikayla Sullivan, una niña de seis años de Brisbane (Australia), se recupera en casa de las graves secuelas que sufre desde que se contagió de coronavirus. La pequeña lucha por volver a caminar y aún no puede hablar. Su madre, Tiffany Sullivan, ha compartido su historia para alertar a otros padres de mantener a sus hijos protegidos del SARS-CoV-2. Cabe destacar que en España, el cinco por ciento de los menores que se infectaron, sufren covid persistente.
Mikayla Sullivan ha estado cuatro semanas ingresada
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El 25 de julio, llevaron al hospital a Mikayla Sullivan después de que esta sintiese dolores abdominales y se desplomase. Allí, dio positivo en coronavirus y atribuyeron estos síntomas a la covid-19. Cuatro días después le dieron el alta, sin que pudiese hablar ni caminar.
El día 30 de julio, en una cita telefónica, una enfermera les indicó que los síntomas no eran normales y debían de regresar al hospital. Una vez allí, le hicieron un escáner en la cabeza y la trasladaron a la UCI del Hospital Infantil de Queensland. Una resonancia magnética reveló que la pequeña tenía hinchado el cerebro y la columna vertebral.
El 4 de agosto, Mikayla sufrió una insuficiencia renal. Los médicos sedaron a la niña, que permaneció dos semanas en la UCI. Tras cuatro en total en el hospital, recibió el alta.
Ahora, se recupera en casa y ya lucha por poder andar. Sin embargo, tiene muy afectado el habla y las habilidades motoras finas.
Su madre advierte a otros padres
Su madre ha creado una página de recaudación de fondos en GoFundMe para hacer frente a los gastos médicos. Según indica, tienen que pagar un taxi que les lleve y les traiga desde el hospital ya que la silla de ruedas que tienen no se pliega. Además, tanto su padre como ella, ambos autónomos, han tenido que reducir el tiempo que trabajan para cuidar a ella y a sus otros cuatro hijos.
Pero esto no es lo único que mueve a su madre a compartir la historia de Mikayla. La niña, de seis años de edad, “no tiene enfermedades autoinmunes, no tiene otros problemas de salud, no toma medicamentos de forma regular y antes de todo esto era una niña saludable”. Aun así, dice, “la covid casi la mata” por lo que pide a otros padres que mantengan a salvo a sus hijos: “El mañana nunca está garantizado”.