Las autoridades de Ucrania han impuesto un toque de queda en la ciudad de Nikolaev, en el sur del país, después de que el ejército ruso haya intensificado los ataques en esa zona. Unos bombardeos que ha vivido en primera persona nuestro reportero, Marcos Méndez.
El jefe de la Administración Militar Regional de Nikolaev, Vitali Kim, indicaba que el toque de queda comenzaba este viernes a las 23.00 y durará hasta el próximo 8 de agosto a las 5.00.
"He firmado una orden que estipula que se introducirá un toque de queda en el territorio de Mikolaiv durante los próximos días", ha señalado en un mensaje difundido a través de su cuenta de Telegram.
En este sentido, ha instado a la población a "entender la decisión tomada" y "planear el fin de semana teniendo en cuenta la nueva situación". Así, ha instado a la población a hacerse con los suministros necesarios de cara a los próximos dos días.
La operadora de energía nuclear ucraniana Energoatom ha avisado este sábado de que la central nuclear de Zaporiyia corre peligro de registrar una fuga de hidrógeno y un posible incendio tras los ataques que ha registrado en los últimos dos días y de los que Moscú y Kiev se responsabilizan mutuamente.
Energoatom ha denunciado a tropas rusas por atacar la planta con lanzacohetes este pasado viernes, lo que provocó "la activación de un protocolo de emergencia y la desconexión de una de las tres unidades de energía operativas", según un comunicado publicado este sábado y recogido por Ukrinform.
Según el balance de la compañía, la estación de nitrógeno-oxígeno y el edificio auxiliar resultaron seriamente dañados como resultado del ataque" y este sábado "todavía existen riesgos de fuga de hidrógeno y dispersión de sustancias radiactivas". "El peligro de incendio también es elevado", según el comunicado.