Era 1997. La caída del muro de Berlín y el derrumbamiento de la Unión Soviética habían abierto una época de gran crecimiento conocida como la post Guerra Fría. Comenzaba ese año el segundo mandato de los años felices de Bill Clinton y Reino Unido estrenaba la Cool Britannia de Tony Blair. Unos investigadores escoceses clonaban a la oveja Dolly. El mundo parecía avanzar a pasos agigantados y era de esperar que siguiera haciéndolo, pero la revista Wired lanzó en el mes de julio 10 predicciones que podrían cambiarlo todo.
"Que este auge sea un período largo es un futuro posible", comenzaba el artículo, "se basa en la convergencia de muchas grandes fuerzas y aún más pequeñas piezas encajando". Pero al mismo tiempo avisaba: "El futuro puede volverse muy diferente, especialmente si alguna de estas grandes piezas se estropean. Aquí hay 10 cosas que podrían acortar el largo auge". Veinticinco años después y con uno de los períodos más convulsos de la historia podemos hablar del gran acierto de ese dosier, que pronosticaba 10 escenarios en los cuales el mundo podría dejar la prosperidad en la que estaba inmerso para adentrarse en la incertidumbre en la que nos encontramos.
Grado de acierto. La rivalidad geopolítica entre ambas potencias crece diariamente y cunde el pesimismo sobre si en los próximos años se podrá evitar algún tipo de enfrentamiento. Esta misma semana, la visita a Taiwán de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, ha aumentado las tensión y China ha incrementado su presencia militar en la zona. "Los que juegan con fuego perecerán en él", con estas palabras avisaba Xi Jinping a su homólogo estadounidense.
Grado de acierto. Los datos macroeconómicos demuestran que la revolución digital no ha traído el aumento esperado en productividad, tal y como sí se produjo de manera espectacular en la primera y segunda revolución industrial.
Grado de acierto. En este caso, la frase es profética. La guerra en Ucrania, la crisis derivada de la misma y las continuas amenazas de Rusia a la seguridad de Europa, a sus instituciones y a su modo de vida son el mayor ejemplo de lo afinada que estaba esta predicción en un momento en que Rusia acababa de abandonar el comunismo hacia tan solo unos años atrás.
Grado de acierto. Las crisis del euro, la pandemia y la guerra en Ucrania han reforzado la Unión Europea, pero durante la última crisis económica se vivió el temor al fin de la moneda única, el Reino Unido se ha convertido en el primer país en abandonar la UE y la tensión de Bruselas con países del Este como Polonia y Hungría sólo ha sido acallado recientemente por la unidad forzada por la guerra.
Grado de acierto. La sequía prolongada en el Cuerno de África y las malas cosechas en distintas regiones del mundo -a lo que se ha sumado el bloqueo de grandes productore de grano como Ucrania y Rusia- amenazan con una hambruna de grandes proporciones en algunos de los países más pobres.
Grado de acierto. El terrorismo de raíz islamista ha marcado gran parte del siglo XXI desde el 11-S. Ataques en Nueva York, Madrid, Londres, París, Irak, Afganistán, India... Esta misma semana, Estados Unidos ha matado al líder de Al Qaeda, Ayman Al Zawahiri. La amenaza se ha reducido pero no ha desparecido.
Grado de acierto. La menos afinada de las previsiones, pero no del todo errónea. Anualmente hay un gran porcentaje de muertes atribuibles al cáncer por la contaminación del aire, pero los sistemas sanitarios a nivel mundial no se han visto saturados por estos enfermos.
Grado de acierto. Acierto con el efecto aunque no con la causa, que va más allá de las tensiones de Oriente Medio. La invasión de Ucrania, el aumento de la demanda mundial en Asia y los efectos indirectos de la transición ecológica han colocado el precio del gas y los hidrocarburos en máximos.
Grado de acierto. Hasta hace poco esta predicción habría parecido increíble, pero la covid-19 ha supuesto la pandemia más importante desde hace un siglo y ha acabado con la vida de más de seis millones de personas en todo el mundo.
Grado de acierto: El auge de los movimientos autoritarios en todo el mundo, las llamadas 'batallas culturales' o el retroceso en materia de derechos son solo algunas de las reacciones sociales contra el avance de la globalización. La capacidad de las sociedades para conciliar sus propias divisiones y llegar a acuerdos es cada vez más difícil, con involuciones como la del aborto en Estados Unidos, difíciles de imaginar hace un cuarto de siglo.
Con que ocurra una o dos de estas diez predicciones, la prosperidad de la humanidad podría verse alterada, decía el artículo. Al ver que los aciertos son más de uno y de dos, casi un pleno al diez, algunos han llegado a sugerir, irónicamente, que no se puede descartar que el oráculo de Wired fuera un viajero en el tiempo.
Ha sido el escritor francés Thomas Hercouët quien ha recuperado de la hemeroteca este curioso dosier de Wired. Y desde luego en la mayoria de estos capítulos la situación es peor que la de hace un cuarto de siglo.