Terremoto político en Italia. El diario la Stampa, el Kremlin estaría detrás de la caída del gobierno de Mario Draghi con ayuda de la Liga Norte. La investigación periodística ha revelado los contactos entre altos funcionarios rusos con estrechos colaboradores de Mateo Salvini, líder del partido de ultraderecha.
Las conversaciones que han mantenido en Roma un alto funcionario de la embajada rusa con un colaborador de Mateo Salvini le habría propuesto que los tres ministros que tenía su partido renunciase, tal y como ocurrió para tumbar el Gobierno de Italia y abocarlo a una crisis política.
Salvini, en la picota pública, víspera de las próximas elecciones generales, ha salido al paso a las revelaciones asegurando con su habitual talante, que "son tonterías."
"Esto no son más que tonterías. He trabajado por la paz y contra la guerra, que está provocando muertes y problemas económicos para todo el mundo", ha asegurado Salvini en declaraciones a la emisora Radoi24.
Sin embargo, el ultraderechista, polémico por sus declaraciones racistas y antieuropeas no ha negado las conversaciones de su fiel colaborador Antonio Capuano, y varios altos cargos rusos, con los que se habría reunido a finales de mayo en la Embajada de Rusia. Salvini ha argumentado que "la política internacional es independiente de los gobiernos". "Somos pro-europeos y atlantistas, pero esto no significa que no podamos tener buenas relaciones con Putin. La guerra acabará antes o después y los que se hayan equivocado pagarán", ha subrayado en la entrevista realizada tras la publicación que lo señalaba.
El propio Mario Draghi, que dimitió dos veces ante la falta de apoyo de sus socios de Gobierno, entre ellos la Liga Norte, ya había apuntado en la necesidad de "tomar medidas para combatir la injerencia de Rusia y otras autocracias en las políticas internas y la sociedad italiana".
"Italia es un país libre y democrático, por lo que tenemos que responder ante aquellos que quieren seducirnos con un modelo autoritario para poder reforzar los valores europeos", manifestó entonces en unos comentarios que fueron rechazados por el Gobierno ruso.