El perro héroe de Ushuaia, Argentina: salva la vida de un esquiador enterrado bajo un metro y medio de nieve
Un perro de rescate salvó la vida de un esquiador sepultado en un metro y medio de nieve en Ushuaia, Argentina
El joven sepultado en la nieve estuvo más de una hora enterrado y sin burbuja de aire: el rescate se complicó por la oscuridad de la noche
El esquiador que quedó atrapado en la nieve se está recuperando del susto y se encuentra estable
Los perros de búsqueda y rescate son entrenados para localizar a personas en situaciones extremas, en muchas ocasiones en terrenos de difícil acceso para los humanos: en la nieve, en la montaña, en el mar o entre los escombros tras un terremoto. De su habilidad para localizar a los seres humanos dependen las esperanzas de las víctimas supervivientes. En esta ocasión Tango, un perro entrenado para encontrar personas sepultadas en la nieve, ha salvado la vida de un joven esquiador que quedó enterrado bajo un metro y medio de nieve a raíz de una avalancha en la ciudad de Ushuaia, Argentina.
La avalancha que sorprendió al esquiador y a su amigo, se desencadenó el pasado sábado en la zona del Glaciar Martial, ubicado en la parte alta de la capital fueguina, Ushuaia, Argentina. Uno de los deportistas logró eludir la avalancha, pero sufrió golpes en una rodilla al trabarse el esquí contra unas rocas. Su compañero no tuvo la misma suerte y quedó sepultado por la nieve. El esquiador que logró evadir la gran masa de nieve, pidió auxilio y los integrantes de la Comisión de Auxilio de Ushuaia activaron el protocolo de rescate y formaron un operativo de búsqueda con base en la parte inferior del glaciar, según publica Clarín.
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La búsqueda del esquiador: complicada y de noche
Uno de los primeros rescatistas en acudir al puesto de emergencia fue el cabo primero del Cuartel de Bomberos 2 de abril, Julián Elizari, quien en compañía de su perro Tango, acudieron al rescate. Tango, es un perro labrador de 10 años que está entrenado en la búsqueda de personas para casos de avalanchas. Los rescatistas pudieron llegar al glaciar casi hora y media después de la avalancha. Subieron un tramo de la montaña en motos de nieve y después comenzaron una carrera a pie, enterrándose hasta la cintura para poder llegar al lugar donde se había provocado el siniestro.
"Luego de que el muchacho que pidió ayuda marcara donde estaban en el momento del desprendimiento, Tango empezó a hacer su trabajo: recorrió entre 10 metros y 15 metros a la redonda hasta que empezó a ladrar y a rascar la nieve. Lo había encontrado", contó el bombero.
En charla con la agencia Télam, el rescatista de 57 años contó cómo localizaron al joven atrapado en la nieve: "Empezamos a escarbar con cuidado, con palas y con las manos. La nieve estaba muy compacta y húmeda. Encontramos una mano, pero estaba quieta y temimos lo peor".
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El joven esquiador estaba sepultado bajo un metro y medio de nieve
Julián Elizari admitió que "no sabe como sobrevivió" ya que estuvo más de una hora enterrado y sin burbuja de aire. Además del peso de la nieve que tenía encima. Los brigadistas iniciaron el descenso de la montaña con el joven herido en camilla. Y pasada la medianoche llegaron a la base del glaciar donde los esperaba una ambulancia para trasladarlo a un centro asistencial.
Cerca de las 2 de la madrugada, un parte extraoficial emitido por personal médico del Hospital Regional Ushuaia informó que el joven "se recupera y se encuentra estable, con parámetros normales e internado en observación", según informó la Comisión de Auxilio través de un comunicado. "Para el perro es un juego. Todo lo que hace en un caso como el de anoche es para jugar con vos. Pero imaginen la importancia de su tarea. Ayer Tango salvó una vida. Ni más ni menos que eso", concluyó Elizari.