A diferencia de otras cafeterías, estos dos hermanos, Nikolas y Kristoffer, han creado un lugar específicamente para perros, black lab cafe. Un lugar donde los canes y sus dueños pueden disfrutar de una tarde juntos e incluso comprar chuches y comidas fresca para nuestros amigos peludos.
Situada en Nueva York, esta cafetería es una empresa familiar dedicada a crear una comunidad para que los amantes de los perros se conecten y se diviertan mientras disfrutan de un delicioso café.
Este establecimiento permite que los perros estén sin correa y puedan moverse libremente por el interior de la cafetería mientras juegan con otros perros, comen e interactúan con el resto de dueños.
Nikolas, Kristoffer y su madre, Lise comenzaron un negocio de comida natural para perros en 2020 pensando en su perra, Daisy pero el sueño de esta familia era abrir una cafetería para vender ese producto. Finalmente tras la pandemia han podido hacer realidad ese sueño.
Para poder abrir este establecimiento el departamento de salud de la ciudad de Nueva York únicamente obliga a que 'si un negocio que permite mascotas está justo al lado de un restaurante u otro establecimiento de servicio de alimentos: las dos ubicaciones deben estar completamente separadas por paredes y cada ubicación debe tener su propia calle de entrada y dirección" por motivos de higiene.