Nuevo embrollo en el frente magrebí. El penúltimo capítulo del culebrón que vienen protagonizando Argelia, Marruecos y España a raíz del apoyo del Gobierno de Pedro Sánchez al plan de autonomía de Rabat para el Sáhara Occidental tiene como protagonista un foro de inversiones hispano-marroquí celebrado entre el martes y el miércoles en la ciudad de Dajla, la antigua Villa Cisneros. Para Argelia, que suspendió el pasado 8 de junio el Tratado de Amistad con España y ordenó un día después congelar las domiciliaciones bancarias en la actividad comercial con empresas de nuestro país, se trata de una nueva afrenta que “empeorará las cosas”.

Anunciado por medios de comunicación privados y estatales del país vecino, el I Foro de Inversiones Marruecos-España, organizado por la región de Dajla y el Ministerio de Industria de Marruecos, nace para “consolidar las relaciones económicas, promover la economía de la región y dar a conocer sus potencialidades y oportunidades de inversión a los empresarios españoles” después de la posición del Gobierno español haya sido la de “apoyar el plan marroquí de autonomía”, según un comunicado del Consejo regional de Dakhla-Oued Eddahab.

No en vano, según la organización en una nota difundida ayer, “la aprobación oficial por parte de España del plan de autonomía marroquí como ‘la base más seria y sostenible para resolver la cuestión del Sáhara’ abre una nueva vía para el comercio entre Marruecos y España. Es en este contexto favorable de fortalecimiento de los vínculos históricos entre los dos reinos que se celebra este Foro de Inversiones Marruecos-España en Dajla”.

Los promotores del evento esperan, en fin, que las dos jornadas de trabajo sirvan de punto de encuentro entre empresarios de ambos países y estimular la inversión española en sectores como la agricultura, el turismo, la logística, las energías renovables y la pesca en el territorio saharaui.

Sin embargo, aunque desde la organización se avanzaba la presencia de entidades públicas, sólo ha habido representantes del país anfitrión. El evento no cuenta con participación oficial española alguna.

Sí, en cambio, ha habido una importante representación empresarial de nuestro país, con firmas fundamentalmente canarias, andaluzas y catalanas, aunque también castellanoleonesas, valencianas o vascas, según la organización. La falta de un listado oficial por parte de los organizadores ha impedido concretar el número exacto de empresas españolas presentes, aunque la organización aseguró a NIUS la asistencia de al menos 180 representantes de firmas españolas. De acuerdo a la nota difundida a los medios, la delegación española estuvo representada en uno de los paneles por la empresaria María José Tato.

Sí fue nutrida la representación institucional y empresarial marroquí, encabezada por el wali de la región de Dakhla-Oued Eddahab, Lamine Benomar, y el presidente de la región, Yanja El Khattat. También asistió el presidente de la Confederación General de las Empresas de Marruecos Chakib Alj. 

Desde Dajla, el inversor cultural y presidente de la Organización para la Cooperación Hispano-Marroquí, el español Pedro Altamirano, no oculta su satisfacción a NIUS por el curso del evento: “Hay aquí potenciales inversores españoles de todos los sectores, pesca, agricultura, medio ambiente y energías limpias, cultura y turismo. Los organizadores nos han ofrecido una amplia exposición de los desarrollos en infraestructuras, sobre todo las autopistas y el nuevo puerto atlántico de Dajla, y las autoridades locales se han ofrecido para ayudar a esa inversión. Españoles y marroquíes hemos perdido mucho tiempo y creo que es hora de trabajar juntos”.

Y en la misma víspera del evento, a pesar de que España, como ya se ha dicho, no ha contado con representantes oficiales de ninguno de los niveles de la administración, desde Argelia no se perdía ocasión de lanzar un nuevo mensaje al Gobierno de Pedro Sánchez. La voz más habitual del régimen argelino desde que comenzó el desencuentro con España, el representante para el Sáhara Occidental y el Magreb, Amar Belani, advertía el domingo que “organizar el foro de negocios España-Marruecos en la villa saharaui ocupada de Dajla va a volver la situación todavía peor con España”.  

Vinculado o no a la celebración del foro en la antigua Villa Cisneros, lo cierto es que la semana comenzaba con la noticia de que Argelia había ordenado “de manera inmediata” a sus agencias de viajes terminar con toda “relación de trabajo” con España. La prueba era una nota emitida el pasado domingo por la dirección de Turismo de la wilaya (región) de Bouira (norte), con membrete del Ministerio de Turismo, y dirigida a las agencias de viaje, en la que se hacía constar que la medida iba en consonancia con “la decisión de las máximas autoridades del país de suspender el Tratado de Amistad firmado con España”.

Sin embargo, en un movimiento poco habitual en las autoridades argelinas, en la tarde del lunes, la misma dirección regional de turismo de Bouira rectificaba públicamente el nuevo boicot, esta vez turístico, a los intereses españoles. Lo hacía a través de un responsable de aquella a la prensa argelina esgrimiendo “un malentendido”. “No hagan caso a la nota. Es un malentendido. La hemos publicado nosotros, pero ha sido retirada. Se ha producido un error. No le hemos pedido nada a las agencias de viaje. La nota ha sido anulada”. Como ha podido constatar este medio, pese a la marcha atrás de Argel –que habría castigado al exiguo turismo argelino en España-, el boicot a las exportaciones españolas a Argelia y la preocupación de los empresarios españoles continúan.