Rachel Kéké, la limpiadora que es diputada en Francia
telecinco.es
Rachel Kéké, diputada electa en la Asamblea Nacional, se define como la voz de los que no tienen voz. La mujer inmigrante que ha trabajado como camarera de hotel es representante de la alianza de izquierdas Nupes.
La mujer inmigrante que ha trabajado como camarera de hotel es representante de la alianza de izquierdas Nupes en la Asamblea Nacional de Francia
Rachel Kéké, que ha trabajado como camarera de hotel hasta ahora, se define como la voz de los que no tienen voz
Rachel Kéké es negra, es inmigrante, es pobre, pero sobre todo es representante de todos lo "que no tienen voz". Así se define esta mujer que ha trabajado durante años como limpiadora en un hotel de París y ahora será diputada en la Asamblea Nacional de Francia.
Rachel Kéké, nacida en Costa de Marfil, es reconocida por liderar durante 22 meses una huelga con la que logró un aumento salarial y pagos por hora cuando trabajaba limpiando en el hotel Ibis de Batignolles, de París. La mujer, representante de la alianza de izquierdas, NUPES (Nueva Unión Popular Ecologista y Social). aterriza entre los legisladores tradicionales, todos formados en universidades de élite.
"Esta noche, soy una diputada, diputada electa, ni siquiera puedo decir la palabra: ¡diputada! Es eso, ¿verdad? Soy la voz de los que no tienen voz. Soy una criada, soy una limpiadora, guardia de seguridad, auxiliar de enfermera, empleada doméstica, soy todos estos trabajos invisibles, y en la Asamblea Nacional, estos trabajos serán visibles", así aseguró Keké tras conocer su puesto político.
Rachel Keké ganó con un 51,38 % de los votos con los que batió a la exministra de Deportes Roxana Maracineanu, quien obtuvo el 48,62 % en la séptima circunscripción del departamento de Val-de-Marne.
Rachel Keké, emigró en 1999 a Francia con sus cinco hijos después del golpe de Estado en Costa de Marfil
Rachel Keké se define a sí misma como una guerrera, y tiene la intención de “hacer ruido” con respecto a todas las demandas de la clase trabajadora a la que representa. Emigró en 1999 con sus cinco hijos a Francia, después del golpe de Estado en Costa de Marfil, y obtuvo la nacionalidad francesa en el 2015. Siempre ha trabajado en los empleos más humildes y precarios.
"En la Asamblea Nacional hace falta gente que viva en el terreno, como yo, de los trabajos invisibles, como los nuestros. Nos pagan mal y nos cuesta llegar a fin del mes", dijo en una entrevista con EFE, días antes de la votación.
La nueva diputada pretende luchar por estas profesiones mal pagadas e invisibilizadas, de las que ella misma conoce de primera mano, ya que trabajó también como peluquera, cajera de supermercado y auxiliar de personas mayores.