Trump se queda solo ante la comisión que investiga el asalto al Capitolio
Los llamados a testificar se han desmarcado de las afirmaciones de fraude electoral que Donald Trump han mantenido, incluyendo a altos funcionarios del Gobierno y a la propia familia del expresidente
Donal Trump presionó a su entonces vicepresidente, Mike Pence, para alegar sin pruebas que los demócratas habían cometido fraude electoral
En el curso de las tres audiencias celebradas hasta ahora por la Comisión de la Cámara de Representantes que investiga el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, los llamados a testificar se han desmarcado de las afirmaciones de fraude electoral que Donald Trump han mantenido, incluyendo tanto a altos funcionarios del Gobierno como a la propia familia del expresidente.
Según declaraciones ante el comité, la violencia que se vivió aquel fatídico día fue la culminación de semanas de presión impulsadas por Johnn Eastman, el abogado de Trump, que insistía en que el entonces vicepresidente del Gobierno, Mike Pence, podía cambiar los resultados de las elecciones. El resto del entorno más cercano dijo a Trump que era una locura, pero Trump se aferró a la persistente idea de Eastman y no dejó de presionar a Pence hasta el último momento en una llamada telefónica que acabó a gritos en la mañana del 6 de enero y que sorprendió incluso a la familia de Trump.
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Ivanka Trump y su marido se ponen de lado
“La conversación fue muy acalorada”, dijo Ivanka Trump en un vídeo proyectado en la sala en la primera audiencia. “Fue un tono distinto que nunca antes había escuchado utilizar con el vicepresidente ”, continúo diciendo la hija y asesora principal del exmandatario.
También Ivanka Trump, en una grabación hasta ese momento nunca vista, reveló que aceptó la declaración del ex secretario de Justicia, Bill Barr, de que el Departamento de Justicia no encontró fraude suficiente para anular las elecciones. Un testimonio que posteriormente fue menospreciado por Trump en la red social Truth, creada por él mismo tras su salida de Twitter:
“Ivanka Trump no participó en la observación o el estudio de los resultados de las elecciones. Hacía tiempo que se había ido y en mi opinión, solo estaba tratando de ser respetuosa con William Barr y con su puesto como fiscal general”, ha publicado Trump en la red social que contribuyó a fundar. “¡(Barr) apestaba!”, exclamó Trump
Jared Kushner por su parte, yerno y asesor principal del expresidente Trump, en su testimonio audiovisual dijo que estaba absorto en impulsar docenas de indultos al final de la administración e ignoró las amenazas de renuncia del abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollones, por la cuestionable conducta de Trump.
“Como dije, mi interés en ese momento era tratar de lograr la mayor cantidad posible de indultos”, dijo Kushner. “Y sé que él y el equipo siempre decían, vamos a renunciar, no vamos a estar allí si esto sucede, si sucede eso. Así que lo tomé como un simple lloriqueo, para ser honesto contigo”.
Tras casi un año de investigación, en la segunda audiencia celebrada el lunes, la comisión mostró declaraciones grabadas en vídeo sobre las maniobras del expresidente Trump entre la noche de las elecciones presidenciales y el asalto al Capitolio.
El alcalde de Nueva York niega que estuviera borracho la noche de las elecciones
Varios testimonios señalaron que Trump ignoró repetidamente el consejo de sus asesores, incluyendo el de el exjefe de su campaña Bill Stepien, la noche electoral del 3 de noviembre de 2020 y decidió escuchar al exalcalde de Nueva York, Rudy Giuliani quien, estando ebrio según los testigos, le recomendó que se proclamara vencedor sin esperar a que terminara el conteo de votos.
"El alcalde estaba definitivamente ebrio", afirmó el exportavoz de la campaña presidencial de Trump, Jason Miller, cuando este instó en varias ocasiones al expresidente a que saliera al escenario y se declarara ganador porque “los demócratas estaban robando las elecciones”. Trump, según el comité, hizo efectivas estas declaraciones guiado por Giuliani.
Ante estas afirmaciones, Giuliani se ha mostrado enojado y en completo desacuerdo negando que estuviera borracho cuando instó a Trump a que diera por ganadas las elecciones. Lo ha tachado de “mentira descarada”.
"Estaban molestos porque no estaban preparados para el fraude masivo (...) ¿El falso testimonio de Miller y Stepien es porque les grité? ¿Les pagan para mentir?", ha publicado Giuliani en Twitter, donde ha indicado que su bebida favorita es "Diet Pepsi".
Esa noche, los asesores de Trump se dividieron en dos grupos: el conocido como "equipo loco", compuesto por aquellos que promovían teorías conspiratorias, y el “equipo normal" formado por los que aceptaban los resultados electorales.
William Barr, de excepcional a cobarde según Trump
Los demócratas acusaron en su día al secretario de Justicia, William Barr, de mentir en el Congreso y ser cómplice de la corrupción de Trump ante sus intereses como abogado del exmandatario y máximo responsable de la ley en el país. Sin embargo, el hombre que ha representado un perfil conservador y fiel al presidente Trump, se posiciona ahora en el bando del “equipo normal”, al haber testificado ante la comisión que nunca hubo pruebas de fraude significativo.
La reacción de Trump tampoco se ha hecho esperar. Tras haberlo descrito en otros tiempos como un “hombre excepcional” con una “mente legal sobresaliente", en un reciente post en su red social, ha dicho que Barr carece de "valor y resistencia para ir tras el fraude electoral”.
Pence, el héroe de la democracia
En el enfoque del esfuerzo de Eastman y Trump para anular las elecciones de 2020 y el asalto al Capitolio por la violenta turba el 6 de enero del año pasado, destacaron los testimonios de dos testigos claves y exasesores del vicepresidente Pence, Greg Jacob (exabogado de Pence) y el juez republicano retirado, J. Michael Lutting. Ambos advirtieron a Trump de que su plan para que Pence anulara las elecciones era ilegal.
Hasta el propio Eastman, cabeza pensante del plan, reconoció ante el líder republicano que su propio propósito violaba la ley federal.
En la audiencia del jueves, la tercera del comité de investigación, Luttig declaró que, antes de que Pence anulara ilegalmente las elecciones, habría puesto su cuerpo “en medio de la carretera”.
Este mismo día también se reprodujo un vídeo con una declaración del Eric Herschmann, otro exabogado de Trump en la Casa Blanca, donde describió una conversación entre él y Eastman sobre las afirmaciones que Herchmann hacía respecto de la posibilidad de anular las elecciones, sacando a la luz su predisposición para tolerar la violencia en un ´todo por la causa´. "Y dijo palabras como 'en la historia de nuestro país ha habido violencia para proteger la democracia o para proteger la república'", relató Herschmann.
El entonces jefe de gabinete de Pence, Marc Short, dijo que Pence advirtió a Trump "muchas veces" que no tenía la autoridad legal o constitucional para anular los resultados.
Ante la resistencia de Pence, otros presentes afirmaron que Trump lo llamó “cobarde” en términos tan vulgares que no quisieron ni repetir. Sin permitir que la presión del momento le superara, el entonces vicepresidente certificó la victoria electoral de Joe Biden. Desde entonces, Pence ha mantenido públicamente que “el presidente estaba equivocado” y que él, como vicepresidente, hizo “lo correcto”.
“Somos afortunados de tener a Mike Pence. En parte, salvó nuestra democracia” dijo en la apertura de una de las audiencias el demócrata Bennie G. Thompson, presidente del comité que investiga el ataque al Capitolio y miembro de la Cámara de Representantes.
Las audiencias, para las que se han entrevistado a más de 1.000 testigos y acumulado más de 140.000 documentos, tienen lugar cinco meses antes de las elecciones intermedias en las que está en juego la mayoría de los demócratas en el Congreso.
La próxima semana se celebrará la cuarta sesión de las seis previstas durante el mes de junio, de manera pública y televisada en horario de máxima audiencia, tal y como se han ido desarrollando hasta ahora.
La investigación por lo acontecido en el Capitolio en enero de 2020 no tiene peso legal. Muchos republicanos cuestionan la necesidad y el gasto millonario que supone llevarla a cabo, argumentando que es una maniobra política de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosy y los demócratas. De los nueve miembros de la comisión, siete son demócratas y dos republicanos. Otros consideran que podría ser el primer paso para iniciar un proceso criminal contra Trump, tratando de probar el elemento más complejo en un proceso: la intención criminal, que es lo que la ley requiere antes de que alguien sea culpable de sedición.