Un grupo de adolescentes ucranianos ha regresado a su escuela en la localidad de Járkov, la cual ha quedado completamente destruida por la guerra que se lleva a cabo en el país desde el pasado 24 de febrero. No es la primera vez que la música se hace hueco entre las bombas, como demostró el violonchelista Denys Karachevtsev.
Los estudiantes, uniformados de blanco y negro, han vuelto para celebrar un simbólico baile de fin de curso, utilizando las pistas deportivas del centro para llevar a cabo diferentes coreografías.
En un escenario apocalíptico, donde las huellas de los bombardeos son visibles, los jóvenes han tratado de recordar cómo eran sus vidas antes del conflicto bélico.
Járkov, una de las ciudades ucranianas más dañadas por los ataques de las tropas rusas, ha visto cómo los bombardeos han afectado al menos a tres escuelas y a la Catedral de la Asunción. Además, varias obras de arte enmarcadas y vidrieras se rompieron por las explosiones de un ataque contra un edificio cercano al Ayuntamiento.
Según confirmó la cadena CNN, al menos tres escuelas de Járkov fueron alcanzadas por ataques aéreos llevados a cabo por el Ejército del Kremlin.
Por otra parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha recordado a Rusia que la guerra en Ucrania le ha supuesto entre sus filas "unas 32.000 almas muertas", y ha subrayado que la región del Donbás resiste a pesar de la ofensiva de los invasores.