¿Cómo ha pasado el primer ministro británico de la mayoría absoluta a estar contra las cuerdas en tan solo dos años y medio?¿Cómo ha dilapidado su popularidad y credibilidad en ese tiempo? Boris Johnson ha sobrevivido a la moción de censura interna impulsada por su propio partido con 211 apoyos frente a 148. Una victoria sufrida, con un 41% de votos en su contra, que le deja en una situación más que comprometida ante los suyos y ante el resto de la Cámara de los Comunes.
El premier supera el primer match ball. Pero, ¿cuánto tiempo más podrá aguantar en Downing Street? Ha obtenido peores resultados que otros antecesores conservadores que superaron mociones pero no sobrevivieron al golpe. Él mismo se cebó en la precariedad de su predecesora, Theresa May, que en 2018 ganó otra moción de censura con más solvencia que él (63% de apoyo frente al 59% de respaldo a Johnson). Sin embargo, ella acabó dimitiendo tan solo seis meses después. Margaret Thatcher duró un año en el poder tras ganar la votación en 1989 con un 84% de los votos. John Major, que se enfrentó a otro desafío a su liderazgo en 1995, consumó la legislatura, pero en las siguientes elecciones el laborista Tony Blair logró una victoria histórica.
El escándalo conocido como Partygate -las fiestas prohibidas en Downing Street en tiempos de pandemia- han puesto a Johnson en la cuerda floja. El premier no respetó las restricciones durante el confinamiento que él mismo impuso, algo que ha causado estupor e indignación entre la población.
"Entiendo perfectamente lo exasperante que resulta que personas como yo no cumplamos las normas", aseguró la semana pasada. El rechazo a su figura y a su gestión se escenificó con los abucheos que recibió durante los actos por el Jubileo de Platino de la reina Isabel II.
En un principio, el primer ministro negó la participación en las controvertidas fiestas. Pero con la sucesiva aparición de fotografías comprometidas y detalles, se vio finalmente obligado a reconocer su error y a pedir disculpas. La presión y las peticiones de dimisión han ido en aumento desde la difusión -en mayo- del informe completo de la funcionaria Sue Gray sobre la investigación de las celebraciones prohibidas. En él se pedía responsabilidades al primer ministro. El repitió en distintas ocasiones que no dimitiría.
A esta polémica le precedió otra sobre el dinero invertido en la decoración del apartamento oficial. Por otro lado, entre los tories, los miembros de su partido, también ha causado malestar el aumento de impuestos y la respuesta del Gobierno al incremento del coste de vida.
La pandemia, como en el resto del mundo, ha marcado los pasos en los últimos dos años y medio. El propio Johnson estuvo ingresa en la UCI por coronavirus en abril de 2020, en uno de los peores momentos de la crisis sanitaria. Contó que estuvo "a punto de morir" y mostró su agradecimiento a los sanitarios que le "salvaron la vida".
Durante ese tiempo en Downing Street, el primer ministro (57 años) se ha casado con su pareja Carrie Symonds (34 años) y ha tenido con ella dos hijos. El primero, Wilfred, nació a finales de 2020. El segundo, una niña (Romy Iris Charlotte), en diciembre de 2021. Él tiene otros cinco hijos.
El Partido Conservador liderado por Johnson consiguió la mayoría absoluta en las elecciones de diciembre de 2019, su mejor resultado en décadas. El holgado triunfo le confirmaba por todo lo alto como primer ministro tras haber sustituido a Theresa May meses antes (en julio de 2019) para pilotar la consumación del Brexit. Johnson había sido elegido para ello por los afiliados del Partido Conservador; él era entonces el candidato de los que apostaban por un Brexit duro, el que amenazaba con largarse del club europeo sin acuerdo, por las bravas
El tory de cabellera rubia con fama de excéntrico y bocazas alcanzaba la cima del poder político. Era el mismo al que, cuando era un niño, le preguntaron qué quería ser de mayor y contestó "el rey del mundo". Antes de convertirse en primer ministro, había sido ministro de Exteriores con Theresa May (2016-2018) y alcalde de Londres (2008-2016), cargo con el que alcanzó gran popularidad.
Al extravagante Boris siempre le ha acompañado la controversia. Le echaron de su primer trabajo como periodista en The Times por una cita falsa. Más tarde, como corresponsal en Bruselas (1989-1994) para The Daily Telegraph, se hizo conocido por avivar la llama del euroescepticismo por sus demoledoras crónicas y su antipatía hacia las instituciones europeas. Se convirtió en el periodista favorito de la antigua primera ministra Margaret Thatcher.
Johnson había sido alumno de la Escuela Europea de Bruselas antes de ir al colegio más elitista de Reino Unido –Eton- y a la Universidad de Oxford. Centros estos últimos en los que coincidiría con otro estudiante que iba a entrar también en la historia de Reino Unido: David Cameron, caído en desgracia tras convocar el referéndum sobre el Brexit. Ese divorcio de la Unión Europea, por el contrario, consagraría el ascenso al poder de Boris Johnson.